El juzgado toma declaración a los implicados en la red de bodas de conveniencia

El Juzgado de Instrucción número 7 de A Coruña escuchó ayer a varias mujeres imputadas en la red de matrimonios de conveniencia destapada en A Coruña el mes pasado. En total estaban llamadas a declarar siete coruñesas, que aceptaron haber cobrado cantidades de entre 1.500 y 2.000 euros por contraer matrimonios religiosos con ciudadanos paquistaníes, a sabiendas del carácter fraudulento de estos.

Estas declaraciones se enmarcan dentro de la investigación que la unidad de extranjería de la Policía Nacional lleva desarrollando desde finales del verano pasado. Entonces, se empezó a detectar la celebración de matrimonios por el rito católico entre ciudadanos paquistaníes de religión musulmana y mujeres españolas católicas. Sobre ellos cabía la sospecha de fraude, ya que de este modo los paquistaníes adquieren la nacionalidad española y la ciudadanía europea.

Los agentes policiales siguieron el caso y, camuflados, llegaron a estar presentes en varias bodas que se celebraron en otoño. A finales de noviembre entraron en prisión cuatro personas como supuestos artífices de la trama. Se trata de dos mujeres españolas y dos hombres paquistaníes. Se les acusa de concertar los matrimonios y contactar con las mujeres, lucrándose con ello.

Los detenidos, defendidos por el penalista Ramón Sierra, han negado los hechos en todo momento y manifestaron el arraigo en la ciudad, desde hace más de cinco años. Igualmente acreditaron gozar de una situación económica estable.

De hecho, uno de ellos regentaba un bar en la zona de los Mallos y otro dirigía una empresa de tarjetas telefónicas. Aunque no descartan que algunas de las personas que posteriormente se casaron pudieran conocerse por ellos, declararon no haber percibido ningún tipo de dinero por este hecho.

Sacerdotes imputados

Durante la mañana de hoy está previsto que declaren ante la jueza que lleva el caso cuatro sacerdotes. Se trata de los curas que oficiaron algunas de las bodas. Sobre ellos pesa la sospecha de que pudieran lucrarse por ellas. Se trata de los párrocos de dos parroquias de A Coruña, otra de Culleredo y otra de Cambre.

Uno de los religiosos que oficiaron las bodas bajo sospecha explicó a La Voz que en ningún momento recibió dinero a cambio, ni supo que se podía tratar de un enlace fraudulento. Explicó que los expedientes matrimoniales llegan a sus parroquias con el visto bueno del Arzobispado, y que ellos se limitan a oficiar el matrimonio de manera casi automática.