Fútbol Sala

Desnudas 10 - Hiyab 2

El Mundo, QUICO ALSEDO, 30-12-2008

Las chicas del CD Futsi de Navalcarnero, siete de las cuales posaron desnudas hace dos años para recaudar fondos, barrieron a las jugadoras del Tejaratkhane iraní, que jugaron cubiertas como manda Mahoma Fue un choque de civilizaciones de guante blanco. O más bien de hiyab blanco.


A un lado, las jugadoras del impronunciable Tejaratkhane Jounob iraní, el club de fútbol sala de una ciudad del Golfo Pérsico, Bandarabmas, cubiertas de los pies a la cabeza de la doctrina de Mahoma: pantalón largo, medias hasta la rodilla, hiyab preventivo y ni un centímetro de su cuerpo, más allá de manos y rostro, al aire.


Y enfrente, con atuendo más bien masculino, las chicas del Club Deportivo Futsi de Navalcarnero, campeonas los dos últimos años de la Copa de la Reina y definitivamente alejadas de Alá: hace año y medio posaron para Interviú desnudas para recaudar fondos para sus endebles economías. En fin, unas auténticas infieles.


Y lo cierto es que en el choque, lo que es el choque, las españolas barrieron – 10 goles a 2, y pudieron ser más – , pero en el otro encuentro, el de hermanar culturas, la cosa terminó en empate, con abrazo final entre ambos contendientes. Y si apuramos, casi hubo victoria musulmana, porque la parroquia marroquí local llenó la grada para jalear, en plan intifada pacífica, a sus hermanas venidas del Golfo.


La cosa es como sigue: si no hubieran presenciado el partido varones, las chicas iraníes habrían podido jugar como sus rivales. «De hecho, se entrenan en pantalón corto y sin hombres en la cancha, pero días antes de las competiciones lo hacen ya con pantalón y velo para acostumbrarse», explicaba ayer, a pie de cancha, la española Cristina Avellán. Lo sabe bien: ella fue seleccionadora iraní durante cinco meses en 2007, y residió en Teherán – precisamente donde no quiso irse Javier Clemente por las mismas fechas – . «Hay alguna cosa más en que la religión les limita: en el Ramadán, hay jugadoras que sabes que no puedes exigirles demasiado. Sólo comen antes de la salida del sol, y después, sabes que están flojas. Bueno, y antes de salir pegan un grito religioso, algo así como ‘yo alí’, y besan el Corán. Por lo demás, no hay diferencia», contaba la mujer, de 33 años, después de aclarar, para neófitos, que «Irán es líder asiático en fútbol sala, junto con Japón».


Justo en ese momento, la pívot Fati marca el segundo tanto de las iraníes, un golazo de tacón por debajo de las piernas de la portera española. José Manuel Egea, presidente del club de Navalcarnero, se ufana al explicar los viajes del equipo – «por Italia, México y Brasil» – , la vocación internacional con sus tres brasileñas y, en voz un poquito más baja, que la jugadora que más cobra apenas es mileurista, «aunque somos de los mejores clubes de España».


Como prueba, el partido de hoy. Las iraníes ganaron 2 – 0 en Alicante hace cuatro días, empataron 6 – 6 en Murcia hace dos, pero hoy se están llevando un saco de Navalcarnero, en un partido sorprendente por la técnica de estas chicas, y por lo fluido de sus automatismos en la cancha.


«¡Y eso que hemos perdido a nuestra capitana, Leila, la mejor del equipo!», se queja el embajador iraní, Seyed Daavod, que jalea a sus chicas en la banda como un hincha más. Luego se pone más institucional para contar, sin ser preguntado por cierto, que «la mujer es libre en Irán, y esta gira es la prueba de ello».


No piensa igual Eva Manguán, la capitana del Futsi, de 29 años, que junto con Concha, Marilia, Patri, Raquel, Pitu y Gabi, no tuvo reparo en desnudarse hace dos años para pedir dinero: «Es ridículo que tengan que jugar así tapadas, tiene que ser incomodísimo, respeto su cultura pero no la comparto, y la mujer allí, ¿cómo está? Es triste. ¡Joder, si ni le han podido dar la mano al árbitro!».


Al otro lado, la traductora del equipo iraní. ¿No causa envidia que las españolas se puedan desnudar si quieren y vosotras no? «Bueno, pero podemos hacer otras cosas, ¿no?», dice, y esboza una media sonrisa.

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