DV. Cada día, inspectores del departamento municipal de Sanidad Pública acuden a realizar visitas a alguno de los 2.209 negocios vinculados con la alimentación. El objetivo es detectar cualquier anomalía o riesgo sanitario en tiendas, bares y todas aquellas actividades vinculadas con lo que come la ciudadanía.

El concejal de Sanidad, Denis Itxaso, calificó el control de férreo y sus resultados de «muy positivos». Itxaso presentó ayer la memoria de resultados del pasado 2007, orientativo para mostrar el panorama de una ciudad en la que, a pesar de las 556 visitas realizadas, sólo tuvo que cerrar dos establecimientos, uno de hostelería y otro vinculado a la industria pesquera.

Además, se investigaron cuatro brotes por intoxicación, generalmente salmonella, en este caso después de una denuncia y vinculados con el huevo. «Si tenemos en cuenta la cantidad de establecimientos vinculados con la alimentación que existen en la ciudad, creo que los consumudores pueden estar tranquilos. El seguimiento es garantista y los resultados obtenidos indican que los negocios cuidan todo lo vinculado con la salud pública». Advierte, eso sí, que frente a la creencia general, dan más problemas los pintxos calientes que los fríos

A lo largo de 2007 se realizaron 24 visitas a industrias relacionadas con la fabricación, transformación o distribución de alimentos al por mayor. Y se acudió también a locales de hostelería, pensiones, albergues, comedores escolares y de empresa, obradores, carnicerías, pescaderías o fruterías hasta llegar a esas 556 inspecciones. Como consecuencia de la primera visita se generaron otras 79 de seguimiento, al detectarse algunos aspectos a susbsanar que no tuvieron mayor repercusión.

Otro aspecto que desarrolla el área de Salud Pública es la llamada toma de muestras para conocer la calidad microbiológica de los alimentos y detectar la posible presencia de contaminantes químicos. «Durante el 2007 se tomaron 75 muestras que fueron los que llevaron al cierre de esos dos establecimientos por problemas de higiene».

Se destruyeron también seiscientos kilos de alimentos en mal estado. Esta actuación no siempre es consecuencia de una inspección de oficio ni de una denuncia… «Muchas veces, son los responsables de los establecimientos los que acuden a Sanidad a solicitar un acta de destrucción de alimentos por averías en las cámaras frigoríficas, inundaciones, incendios u otras causas».

Respecto a aquellos informes que deben realizarse antes de la apertura de lo que se llaman actividades molestas, insalubres o peligrosas, bares y obradores en su gran mayoría, se emitieron 118 informes, de los que 100 fueron favorables. «Los datos señalan que el cumplimiento de la legalidad es muy alto en lo que se refiere a salud pública».

Más allá de negocios y tiendas o bares, el Ayuntamiento se encarga también de establecer las condiciones sanitarias de las viviendas. «El año pasado se realizaron 186 visitas. La mayoría están relacionadas con personas inmigrantes que viven en la ciudad y que solicitan la reagrupación familiar. Para obtener la autorización que necesitan se realiza una inspección sanitaria para valorar las condiciones del piso que habitan. De esas 186 visitas, 165 concluyeron en informes favorables».