LA MIRILLA
Así pasan las fiestas los que no vuelven a casa por Navidad
La Voz de Galicia, , 24-12-2008Hay un anuncio que no falla por Navidad, aunque ahora que lo pienso este año todavía no lo he visto. Me refiero a ese en el que unas voces angelicales cantan aquello de Vuelve, a casa vueeeeelve, vuelve a tu hogar , mientras un joven aparece con el macuto a cuestas para sorprender a su madre en la cocina pocas horas antes de la cena de Nochebuena. Probablemente, muchos de ustedes ya habrán hecho lo mismo o estarán a punto de hacerlo en este 2008 que ya toca a su fin. Pero también habrá quien, por una u otra razón, no pueda volver a casa por Navidad. Pues bien, a todos ellos está dedicada La Mirilla de hoy. Con el corazón en Oslo. Entre todas esas personas que despiden el año lejos de casa se encuentran Christian y Gry Haugnes , un matrimonio noruego que vive en Ares junto a sus dos hijos: Lutvig , de cuatro años; y Petrine , de siete. Esta familia que desembarcó en nuestra comarca arrastrados por Christian, que ahora trabaja en Navantia – se las ha ingeniado para combatir la nostalgia reproduciendo, en la medida de lo posible, las costumbres navideñas de Oslo, la ciudad de la que proceden. «Como ocurre cuando estamos allí, cada día, entre el 1 y el 24 de diciembre, hacemos algo especial con los niños: ayer, por ejemplo, fuimos a Vilalba, y hoy nos vamos a ir a patinar sobre hielo, algo que hacemos mucho cuando estamos en Oslo», explica Gry muy atenta. Además, al igual que hace en Noruega por Nochebuena, hoy servirá en la mesa carne de oveja secada al aire -«que me la han traído en barco, porque aquí no se podía conseguir» y mañana toda la familia disfrutará de un suculento cerdo al horno, muy típico de su país en estas fechas. Además, esta noche, después de cantar villancicos y dar varias vueltas alrededor del árbol de Navidad, Lutvig y Petrine recibirán a Papá Noel . «Él les preguntará si han sido buenos, y si dicen que sí, les dará sus regalos», apunta Gry. ¿Y Fin de Año? ¿Cómo será en Noruega? «Allí se celebra tomando champán y echando fuegos artificiales en cada casa, pero esto último no lo vamos a poder hacer aquí», advierte la esposa de Christian. Desde La Mirilla les deseamos felices fiestas, o como dirían en su país, God Jul og godt nytt ar!!
Kerry Mckevitt, una norteamericana nacida en Chicago y de ascendencia irlandesa, también pasará las fiestas lejos de su hogar. Vive en Ferrol desde hace cinco años y en esta ocasión brindará por el Nuevo Año y la Navidad junto a su novio, ferrolano él, y su familia. Cuenta que en su casa estadounidense se suele tomar pavo relleno acompañado de pasta, además del tradicional christmas pudding (un postre típico de Irlanda e Inglaterra) por estas fechas. Pero en este 2008 el menú será diferente. Sin ir más lejos, hoy le toca cena a la gallega. «Y la verdad dice ella es que no me importa nada, porque me encanta el marisco». Kerry también explica que en Estados Unidos se celebra sobre todo la Navidad (no así la Nochebuena) y también Fin de Año, «aunque allí se acaba todo a las dos o tres de la mañana como mucho, no se está hasta las tantas como aquí». Happy Christmas, Kerry!
Y así mismo, echando menos a su ciudad, es como están estos días Roberto Tabango , su mujer Rocío , y su hijo David (aunque este un poquito menos, porque vive en Ferrol desde los cuatro años). El matrimonio Tabango lleva en la ciudad seis años y en estos días añoran mucho a su familia. Para ahuyentar la melancolía cenarán con unos amigos, mientras que en Fin de Año se reunirán con otros miembros de la asociación de ecuatorianos en el bar que tiene uno de ellos en la avenida de Fajardo. Allí, si obtienen el permiso del Concello, pretenden hacer algo muy típico de Ecuador en estas fechas: prender fuego a unos monigotes de papel que representan todo lo malo, de forma que así, como sucederá con el 2008, desaparezca para siempre. «Esa noche, en mi país, siempre hay mucha animación: las calles se llenan de orquestas y de disco móviles y se respira un ambiente muy festivo», dice Roberto con algo de nostalgia en la voz. Hace poco tiempo, debido a la dichosa crisis, este ecuatoriano se quedó sin trabajo. Pero él mira al futuro con un optimismo contagioso. «Yo creo que para principios del 2009 ya tendré algo», dice esperanzado. Ojalá sea así. Mientras tanto, Feliz Navidad… ¡Y qué viva Quito!
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