Nezahualcóyotl, Méx., 22 de diciembre. De los 3 mil mexicanos que cada año mueren en su intento por cruzar a Estados Unidos, 19 por ciento son mujeres. Además, en ese lapso son deportadas 112 mil, la mayoría de menos de 31 años de edad, de las cuales 57 por ciento son solteras, afirma un estudio de la Universidad de Guadalajara (UdeG) que presentó aquí la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM).

La investigación, enfocada a la migración femenina, indica que ésta ocurre por varias razones, entre ellas “el contexto histórico en que se encuentra el país. Por tanto, no sólo el flujo migratorio varía según el tiempo, sino también las características sociodemográficas de la migrante en un momento determinado”.

Erika Montoya Zavala, responsable del proyecto, informó que, ante dichas circunstancias, de cada 100 mexicanos que radican en el país vecino 44 son mujeres, por lo que de los 11 millones que viven en esa nación 4.8 millones son del sexo femenino.

En cuanto al número de muertes de migrantes, las cifras dadas a conocer por la investigadora de la UdeG indican que 100 ocurrieron en California, 157 en Arizona, tres en Nuevo México y 120 en Texas.

Sobre los estados de la República que más migrantes del sexo femenino expulsan, destacan Jalisco, Guanajuato y Guerrero, mientras Campeche, Quintana Roo y Tabasco son las entidades que menos migración de ese sector de la población reportan.

El grupo más vulnerable

La académica, quien dio a conocer su proyecto en la UAEM, afirmó que las mujeres son el grupo más vulnerable, por el trato, discriminación y arrestos de que son víctimas luego de que logran cruzar la frontera.

Aseveró que se han detectado casos de indocumentadas que al quedarse sin dinero, en su intento por cruzar a Estados Unido o al ser deportadas, tienen que prostituirse para sobrevivir en la frontera antes de volver a intentar cruzar o, en su caso, regresar a sus lugares de origen.

Finalmente, Montoya Zavala explicó que aun si las mujeres obtienen trabajo en Estados Unidos sufren discriminación laboral, pues ganan en promedio 20 por ciento menos que los varones, pese a que realizan jornadas de trabajo exhaustivas.