Inmigrantes, endeudados y parados salen de la crisis
Una administración de Barcelona distribuyó 384 millones de euros del Gordo
Público, , 23-12-2008Jamal Shed, de Bangladesh, llegó a Barcelona hace tres años y medio. Tiene 18 años y trabaja de cocinero. “Hoy tengo fiesta, pero mañana me toca ir a trabajar”, dice. Por sus palabras, nadie diría que se ha llevado 300.000 euros gracias a su única inversión en la lotería de Navidad: un décimo (20 euros) del número 32.365. Del Gordo. Su cara, no obstante, lo delata.
Ha bajado a la administración de lotería número 35, en La Rambla, en cuanto vio por la tele de su casa, que comparte con siete compatriotas, que el número que habían cantado aquellos niños encorbatados era el que él había comprado.
Acosado, sorprendido y divertido, dice que tiene claro lo que va a hacer con el dinero: “Voy a comprar mi propio restaurante”. Uno de sus compañeros de piso, en paro, también se ha llevado el mismo pellizco, pero no aparece por aquí. “¡Viva Spainia!” (o algo así), le grita otro colega desde detrás de las cámaras. Y saluda a Jamal, como todos los amigos que le acompañan.
La atracción de La Rambla
La administración número 35 de Barcelona ha repartido 384 millones su primer premio en la historia y es la atracción del barrio. Se ha cortado la circulación y las estatuas humanas del paseo se han quedado sin público. Los guiris se acercan al bullicio de cámaras, vecinos, micrófonos y botellas de cava en explosión. No entienden nada.
Casi tan poco como Manuel Gastón García, de 65 años, jubilado, que intenta, en vano, huir de los medios de comunicación. “Pues voy a tapar agujeros”, comenta, echando mano del tópico.
Poco después, irrumpe Juan Fernández. No se corta un pelo y atiende al móvil rodeado de periodistas expectantes: “¡Esta noche, farra! Pero pagas tú, porque hasta que cobre, no tengo un duro, ya lo sabes…”. Está en paro desde que hace dos meses perdió su trabajo en la obra. Se ha tuneado la cabeza con el 32.365, el número de la fortuna. Ahora será el turno del coche: “Me voy a comprar uno y me lo voy a tunear enterito”, dice. Y añade: “Me lo voy a fundir todo… ¡A la mierda la crisis!”.
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