President de los gitanos

ABC, 23-12-2008

ÁNGEL MARÍN

BARCELONA. Engalanados con sus mejores trajes, zapatos y bastones (símbolo de autoridad), una veintena de patriarcas del pueblo gitano esperaron ayer, sentados y en silencio, la llegada del presidente catalán, José Montilla, al Salón Torres Garcia del Palau de la Generalitat. Ninguno de ellos conocía el motivo de la cita, pero todos mostraron su deseo de «conocer y hablar» con el presidente del Gobierno catalán.

«No tengo ni idea», dijo José Heredia, patriarca del barrio de La Mina, en Sant Adrià de Besòs, sobre el motivo de la misteriosa convocatoria, aunque agradeció el gesto del President de reunirse, por primera vez, con los representantes de la comunidad gitana en el noble edificio de la plaza de Sant Jaume. No obstante, Heredia invitó a Montilla a pasear un día de estos por su barrio porque «no ha ido nunca» – en su día lo hicieron los ex presidentes Jordi Pujol y Pasqual Maragall, recordó – para conocer de cerca la realidad y las necesidades de su pueblo. Una invitación que el resto de representantes de entidades gitanas de Cataluña extendieron a sus respectivas barriadas, en las que predomina la presencia de vecinos de etnia gitana.

«Lachi Tumari Rat»

Para intentar romper la rigidez del protocolo y la frialdad de la sala, Montilla saludó personalmente a todos los patriarcas, estrechándoles la mano y conversando unos segundos con cada uno, antes de comenzar este acto solemne.

«Lachi Tumari Rat (buenas tardes, en romaní», dijo el President para dárles la bienvenida al Palau de la Generalitat. En su breve discurso, el mandatario catalán agradeció a los representantes de las entidades gitanas su papel como interlocutores y portavoces de «la voz gitana en Cataluña» y su labor como mediadores sociales para «asegurar la cohesión social en sus barrios y en nuestro país». El jefe del Ejecutivo catalán destacó los «buenos resultados» del plan integral del pueblo gitano 2005 – 2008, que contiene 91 actuaciones – en educación, trabajo, cultura, vivienda… – destinadas directamente a mejorar la calidad de vida de esta comunidad.

Montilla concluyó su discurso con un emocionado recuerdo a las víctimas de la explosión de gas en Ca n´Espinós.

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