Mientras, el presidente de la Generalitat alaba en Vic el papel de este idioma como «elemento de integración» para los recién llegados En el PSC no se ponen de acuerdo sobre si hay que exigir a los inmigrantes que aprendan catalán. Lo pusieron por escrito en el Pacto por la Inmigración, que se firmó solemnemente el pasado viernes, pero ayer dos de sus más altos dirigentes divergieron sobre esta cuestión. Mientras el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, decía que es un error «imponer» el catalán a los recién llegados, el presidente de la Generalitat, José Montilla, seguía defendiendo el papel de esa lengua como «elemento de integración y hermandad».

Corbacho considera que la Administración debe promover el conocimiento del castellano o las lenguas cooficiales entre los inmigrantes, pero no debe imponerlo como obligación, tal y como establece el Pacto por la Inmigración suscrito a propuesta del tripartito que encabeza precisamente el PSC. «Imponer el catalán a los inmigrantes, por ejemplo, tendría un efecto contraproducente», sostuvo.

En una entrevista publicada ayer por El Periódico de Catalunya, Corbacho cree que se trata de un «planteamiento erróneo» obligar a las personas en este sentido. No obstante, el pacto firmado el viernes plantea que los ciudadanos extranjeros tengan que validar su nivel de catalán como prueba de arraigo para conseguir el permiso de residencia tras tres años de residencia en Cataluña.

Las características del acuerdo impidieron la firma de todas las formaciones políticas y organizaciones de la sociedad civil que habían sido invitadas a suscribirlo. CiU se sumó en el último momento, PP y Ciutadans se desmarcaron y SOS Racismo y CCOO eludieron la firma.

Durante la entrevista, el ministro dice que la reforma de la Ley de Extranjería pretende «ordenar» la reagrupación familiar, ya que ahora tenemos un país con cuatro millones de tarjetas de residentes, por lo que se diferenciará entre familia nuclear, pareja e hijos menores de 18 años, y familia con ascendientes.

En su opinión, el reglamento tendrá que desarrollar las condiciones del inmigrante para el derecho a la reagrupación que estará vinculado a la vivienda y a las condiciones económicas. Para Corbacho, sería deseable pactar la reforma de la ley con el máximo consenso posible y explica que si el PP actúa en la «centralidad» no hay motivos para que no pueda aprobar esta reforma.

El ministro señala que está orgulloso del PSC, del que no abdicará nunca, pero que ahora es ministro de España, nombrado por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, al que debe «lealtad institucional». Corbacho considera que Zapatero es el presidente que «más ha hecho y más se ha comprometido con Cataluña en los temas de mayor complejidad, como el Estatut».

‘Pastorets de tots colors’

Pero ayer mismo, Montilla insistía en las tesis que ya sostuvo el día de la firma del Pacto por la Inmigración. Lo hizo durante la representación en Vic de los Pastorets, una obra popular tradicional catalana. Los actores aficionados que participaron en el montaje eran casi todos inmigrantes y voluntarios que participan en un programa lingüístico de la Generalitat de catalán para adultos.

La Generalitat, en una nota, destacó el hecho de que el president asistió a la representación de «Pastorets de tots colors», y el propio Montilla aseguró que el espectáculo constituye un «magnífico ejemplo de cómo nuestra lengua y nuestra tradición cultural sirven de elemento de integración y hermandad».

Montilla también subrayó, como ya hizo el viernes, que el catalán sirve para que «Cataluña sea un solo pueblo». Sin embargo, no llegó tan lejos como entonces, cuando anunció que ese idioma debe convertirse «en lengua común y vehículo de comunicación de todos los hombres y mujeres que viven en Cataluña».

EL ‘GOVERN’ DICE…

«La Generalitat establecerá los módulos de contenidos estandarizados que ofrecerá el servicio de acogida: conocimiento de la sociedad, del mercado laboral y formación en lengua catalana».

«Garantizar que la lengua vehicular [del servicio de acogida] sea la catalana».

…Y CORBACHO CREE

«Imponer el catalán a los inmigrantes tendría un efecto contraproducente. Me parece un planteamiento erróneo obligar a las personas»

«La Ley de Extranjería no obliga al inmigrante. La obligación se ha de imponer a la Administración para que dé la posibilidad de aprender el idioma».