La Casa Nueva de Sagunto cumple tres años tras acoger a más de 360 inmigrantes

Dos centenares de personas celebran el aniversario de esta institución con una gran paella de hermandad

Las Provincias, MARISA VIDAL, 21-12-2008

Tres años. Treinta y seis meses de duro trabajo de colaboración han consolidado lo que es ya una institución en Sagunto, la Casa Nueva, que hoy celebra su tercer aniversario tras acoger a más de 360 inmigrantes. Una edificación que nació como un proyecto solidario para integrar a los cientos de extranjeros que viajan por toda España en busca de empleos temporales y que antaño se acogían en una nave abandonada, a las afueras del municipio en condiciones infrahumanas.

Atraídos por la oferta de empleo en época de naranja, centenares de extranjeros acudían a resguardarse en cuevas y moreras bajo la protección de una tienda de campaña. El proceso itinerante empezaba en octubre, al olor de la naranja, y abandonaban sus improvisados hogares en el mes de mayo, en busca esta vez de otro tipo de agricultura. Siempre en busca de algo de dinero para enviar a sus familiares.

La situación se repetía año tras año. Finalmente en 2005 una nave abandonada sirvió de punto de encuentro para un numeroso grupo de inmigrantes. Alguien alzó la voz de alarma sobre esta preocupante situación, María Fuertes, una vecina de Valencia que estuvo conviviendo durante varios días con ellos. Las ratas, el olor y las condiciones de insalubridad en la que se encontraba aquel lugar llamó incluso la atención de la Conselleria de Sanidad.

Para entonces, tres asociaciones locales habían empezado a trabajar activamente por dignificar la vida de estos trabajadores. Tras una inspección de Sanidad se produjo una limpieza de la nave dirigida desde el Ayuntamiento de Sagunto.


Ciudad conmovida

La noticia conmovió a los ciudadanos de Sagunto que ajenos a esta realidad se dieron cuenta de las penurias de un sector que contribuía a la riqueza de la ciudad, aunque fuera de manera temporal.

En ese momento, el empresario local José Juan Sánchez anunció la cesión de unos terrenos para que se les pudiera dar una garantía de asilo a las cientos de personas que se hacinaban en la antigua nave de la carretera de Sagunto. Tres entidades, entre otras muchas manos amigas sin las que reconocen “no hubiéramos podido hacer tanto”, se pusieron al frente de un proyecto que hoy por hoy todo el mundo conoce como Casa Nueva.

La Agencia Adventista para el Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA), Morvedre Acull y Cáritas de la Iglesia de Santa María de Sagunto han dado durante todo este tiempo alimentos, abrigo, regulación de papeles y, sobre todo, un oído, una mano y un respaldo a todos los que venían buscando humanidad.

Y nació así, un día de Navidad, en una época en que todo el mundo se siente solidario, la Casa Nueva. Ahora, como cada nuevo año, los miembros de esta organización han decidido celebrar por todo lo alto su formación. Una paella para cerca de 200 personas.

De acuerdo con los actores de esta obra, hay muchas pequeñas voces que resuenan todos los días alrededor de la casa y sin las cuales las personas que allí habitan no podrían aguantar hasta mayo. Hornos Domingo se encarga de llevarles pan prácticamente todos los días, la Sociedad Anónima de Gestión (SAG) les proporciona bombas de agua que ellos cambian una vez cada quince días y, de vez en cuando, alguien aparece por allí buscando la mano de obra de dichos trabajadores para “una faena eventual”. Ofertas todas muy agradecidas por todos.

Así con la bondad de todos, la Casa Nueva sigue adelante año tras año. “El funcionamiento interno es prácticamente militar”, calificaba el portavoz de ADRA en la institución, Juan Carlos Pulleiro. “Cada uno tiene su trabajo y función y nada más levantarse cumplen con sus tareas antes de iniciar cualquier actividad”, añadía. “Duermen todos juntos, pero respetan el espacio del otro”, describe Pulleiro. En cuanto a su forma de trabajar y de relacionarse con la gente, “todos los ciudadanos de Sagunto están contentos con su compañía y su trabajo”, concluyó.

Hoy además, la Casa Nueva tiene un nuevo motivo de celebración y es que la entidad está en trámites de conformarse como asociación. Esto permitirá a la agrupación solicitar las subvenciones directas a la Generalitat, para mejorar los servicios que se llevan a cabo en este inmueble. De tal forma, que la Casa Nueva estará aceptada como albergue institucional. Las novedades se esperan para el próximo año. Un feliz año nuevo lleno de prosperidad.

Paso a paso, las cinco nacionalidades que conviven en este espacio logran una vida más digna en España, y también en Sagunto.

morvedre@lasprovincias.es

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