Los cimientos de una vida

Morvedre Acull ha tutelado desde el año 2006 ocho hogares para los foráneos que logran obtener los papeles

Las Provincias, MARISA VIDAL, 21-12-2008

Una sola persona es incapaz de llevar a cabo todo un sistema de colaboración. Por eso, en la Casa Nueva las manos siempre son pocas. Una de las colaboraciones más activa viene dirigida por Morvedre Acull, que en dos años ha tutelado ocho hogares para inmigrantes.

La asociación del Camp de Morvedre tomó como misiva principal integrar a aquellos inmigrantes cuya regulación de papeles se hacía efectiva. Para ello les prestan apoyo durante una primera etapa en la que tanto la búsqueda de un alquiler como la responsabilidad de llevar una casa se convierte en el reto final.

Desde el año 2006, cuando se puso en marcha el proyecto como tal de la Casa Nueva, la asociación decidió que había llegado el momento de ayudar a aquellos que gracias a su duro trabajo habían conseguido una cierta legalidad en el Estado Español. En un primer momento se trató de algo puntual, como argumentó el presidente del colectivo, Vicent Monfort, quien apuntó que en el colectivo “trabajamos con los recursos propios de la asociación”.

Los primeros pasos fue con un grupo de cuatro personas que llevaban seis años trabajando en Faura y Benifairó. “El colectivo se prestó como avalista hasta que ellos mismos fueron capaces de correr con todos los gastos”, matizó Monfort.


Punto de paso

Ahora mismo ya se han conformado como una asociación que recibe una subvención de la Generalitat para llevar a cabo su proyecto. “Nos conceden 12.000 euros y con ello estamos tutelando ahora mismo tres casas en las que viven once chicos”. La idea de este proyecto es que “poco a poco se vayan integrando en la sociedad, hacer que de verdad la Casa Nueva sea un punto de paso”.

Una de las casas se encuentra en la calle Hort d’Aix, otra en la plaza del Salvador, en el núcleo histórico ambas, y la otra en la calle Asturias, en Puerto.

Semanalmente, doce voluntarios visitan los pisos para solucionar cualquier problema. En todo caso, la normalidad hasta el momento siempre ha sido absoluta. A expensas de que en este último mes del año se les renueve la subvención, Morvedre Acull trabaja para que los inmigrantes se queden a compartir una vida en sociedad.

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