Montilla quiere «un solo pueblo»

ABC, 20-12-2008

YOLANDA CARDO

Montilla, acompañado por Saura, Carod – Rovira y Capdevila, espera la llegada de los firmantes del Pacto para la Inmigración para hacerse la foto de familia

ÁNGEL MARÍN

BARCELONA. El presidente de la Generalitat, José Montilla, se convirtió ayer en el paladín de las esencias nacionalistas al defender la lengua catalana como requisito imprescindible para los inmigrantes que aspiran a regularizar su situación en Cataluña y, al mismo tiempo, arremeter contra aquellos «pocos» que, con «la excusa» de defender el castellano, pretenden crear un conflicto lingüístico «en la escuela y en la calle».

La cuestión lingüística centró el discurso de Montilla en el acto solemne de la firma del Pacto Nacional para la Inmigración porque, entre otras cuestiones, este acuerdo obligará a los extranjeros a demostrar «conocimientos básicos» de catalán para obtener el permiso de residencia.

El objetivo del Pacto

«El objetivo del Pacto es asegurar y garantizar que Cataluña, en los próximos años, continúe siendo un solo pueblo», subrayó el líder socialista, tras instar a los inmigrantes a que vean la lengua catalana «como una herramienta más para alcanzar la ciudadanía».

En la sala Sant Jordi del Palau de la Generalitat, donde cuatro partidos – PSC, ERC, IVC y CiU, que se sumó a última hora – , media docena de agentes económicos y sociales y una quincena de entidades de inmigrantes suscribieron este acuerdo, Montilla aseguró que «convertiremos el catalán en lengua común y vehículo de comunicación de todos los hombres y mujeres que viven en Cataluña, de los que han nacidos y de los que han venido hace poco».

Para el jefe del gobierno catalán, la coexistencia de dos lenguas oficiales en Cataluña «no ha de suponer ningún problema», pero advirtió a «los pocos» que pretenden crear un conflicto lingüístico «en la escuela y en la calle» que no se saldrán con la suya.

«No podemos admitir – añadió el presidente catalán – que la lengua propia de Cataluña sea objeto de ataques, menosprecio o de negación, por parte de aquellos que, con la excusa de defender la lengua común de cuarenta o de cuatrocientos millones, querrían arrinconar al catalán en el ámbito doméstico de unos pocos millones».

Entre la clase y el patio del cole

Con estas declaraciones, Montilla se aleja de la realidad bilingüe de la sociedad catalana – el castellano predomina en el patio del colegio pese a que el catalán se impone en la clase; y en la calle y en los comercios pasa algo parecido pese a la obligación de rotular en catalán – y se alinea con las tesis nacionalistas e independentistas que pretenden obligar por ley, decreto o pacto el uso común del catalán, cuando en realidad lo único que consiguen es convertirlo en la lengua oficial de Cataluña. Con los inmigrantes pasará lo mismo.

En cuanto a la necesidad de gestionar los flujos migratorios, Montilla se mostró partidario, «por responsabilidad» apuntó, de que los inmigrantes vengan a Cataluña si hay trabajo, «si no, les estaríamos condenando a la marginalidad o a una vida precaria, trabajando en una economía sumergida».

Acuerdo «incompleto»

Pese a que CiU estampó su firma en el Pacto, su portavoz en el Parlament, Oriol Pujol, dijo que el acuerdo es «incompleto» porque hay planteamientos que la federación nacionalista no podía suscribir como la propuesta de rebajar el período de diez a cinco años de residencia para obtener a la nacionalidad española, entre otras. Unas discrepancias que ayer impidieron la presencia del presidente de CiU, Artur Mas, en el Palau de la Generalitat.

Los representantes de la entidades de inmigrantes que firmaron el Pacto subrayaron, por su parte, que este acuerdo contribuirá a que no haya «catalanes de segunda», según apuntó Fuad Saou, portavoz de la asociación sociocultural Ibn Batuta, del barrio del Raval de Barcelona.

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