El cierre de una mezquita en Malmö, ubicada en el sur de Suecia, provocó en la madrugada grandes enfrentamientos entre cientos de manifestantes y agentes de Policía, quienes por segunda noche consecutiva, intentaron poner fin a las protestas, según informó ayer el diario sueco The Local.

Algunos manifestantes incluso lanzaron bengalas y piedras contra los agentes, quienes tuvieron que apagar los más de diez fuegos originados durante el día y garantizar que los servicios de emergencia podrían realizar sus tareas. Los alborotadores montaron e incendiaron barricadas y prendieron fuego a varios vehículos, incluidos algunos pertenecientes a la Policía, en el barrio de Rosengaard, de elevada población inmigrante, en su mayoría procedente de Kosovo, Irak, Líbano y Bosnia.

Los policías detuvieron a dos jóvenes y tres hombres, uno de ellos presunto cabecilla de las protestas, que fueron cobrando importancia a medida que pasaban las horas. El más joven, de 16 años, fue llevado a su casa.

los radicales empezaron a tirar piedras contra vehículos que pasaban, provocando el cierre del tráfico en la calle Amiralsgatan, una de las principales, agregó a la prensa Eva – Gun Westford.

Los disturbios comenzaron el miércoles en la sede de la Asociación Cultural Islámica que previamente había sido una mezquita durante quince años. La sede lleva ocupada desde finales del mes pasado en protesta por la decisión del propietario, quien prefirió no renovar a la asociación el contrato de alquiler por motivos de espacio.

Los miembros de la organización islámica consideran el cierre un acto discriminatorio, mientras que el Ayuntamiento asegura que la clausura obedece únicamente a un proyecto urbanístico.