Cerca de un centenar de jóvenes de origen musulmán provocaron en la madrugada de ayer graves disturbios en la localidad sueca de Malmoe, en el sur del país, al protestar por el cierre de una mezquita y un centro cultural islámico. La Policía local intentó, por segunda noche consecutiva, poner fin a las protestas, según informaba el diario sueco ‘The Local’. Algunos manifestantes incluso lanzaron bengalas y piedras contra los agentes, quienes tuvieron que apagar los más de diez fuegos originados durante el día y garantizar que los servicios de emergencia pudieran realizar sus tareas.

Las autoridades detuvieron a dos jóvenes y tres hombres, uno de ellos presunto cabecilla de las protestas, que fueron cobrando importancia a medida que pasaban las horas. El más joven, de 16 años, fue llevado a su casa.

Los disturbios comenzaron el pasado miércoles en la sede de la Asociación Cultural Islámica que previamente había albergado una mezquita, ubicada en el barrio de Rosengaard, de elevada población inmigrante, en su mayoría procedente de Kosovo, Irak, Líbano y Bosnia.

Edificio ocupado

El propietario del edificio no quiso renovar los contratos de alquiler del inmueble, puesto que tenía la intención de utilizarlo para otros fines. Tras el cierre, un grupo de jóvenes ocupó en noviembre el edificio, hasta que esta semana la Policía procedió a su desalojo, lo que dio inicio a los enfrentamientos. Los manifestantes arremetieron contra las fuerzas del orden, y lanzaron piedras, montaron e incendiaron barricadas y prendieron fuego a varios vehículos.