La mayoría de partidos políticos catalanes está a punto de firmar – se espera que lo haga esta misma semana – el «Pacto Nacional por la Inmigración». Se trata de uno de los compromisos sectoriales que adoptó el presidente de la Generalitat, José Montilla, al principio de la legislatura.

El Gobierno autonómico pretende reconocer con este instrumento «la diversidad» de la población catalana, que ha aumentado en los últimos años en más de un millón de habitantes gracias a los inmigrantes . Hace hincapié en el «éxito de la vía catalana de integración», en referencia a los inmigrantes del resto de España de la segunda mitad del siglo pasado y sitúa la lengua catalana como «lengua pública común» de comunicación.

El texto recibirá el apoyo de PSC, ERC e ICV. Más complicado es que lo apruebe el PP, que se queja de que invade «competencias del Estado» como el «derecho de voto, a la nacionalidad o el acceso a la función pública con ánimo de generalizarlos».

En cuanto a CiU, mantiene sus dudas para sumarse al pacto y no lo decidirá hasta el último minuto. Entre otras cosas, quiere que el reagrupamiento familiar se limite a cónyuge e hijos.