Los Gobiernos de España y Marruecos celebraron ayer una nueva Reunión de Alto Nivel (RAN) en Madrid, una cita a la que asistieron los presidentes de las comunidades autónomas de Andalucía y Canarias, Manuel Chaves y Paulino Rivero, y en la que no hubo presencia de ninguno de los ejecutivos de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Tras las críticas vertidas por el diputado nacional Antonio Gutiérrez días atrás, ayer era el consejero de Presidencia y Participación Ciudadana, Abdelmalik El Barkani, quien recordaba los incumplimientos tanto del presidente Rodríguez Zapatero como de su ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, quienes siempre han defendido la presencia de una delegación de las autonomías limítrofes con los países vecinos con quienes se mantienen reuniones bilaterales.
El Barkani volvió a subrayar la importancia de la Reunión de Alto Nivel entre España y Marruecos «a la que no han sido invitadas las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla». En este punto, aseguró convencido que la presencia de ambas ciudades autónomas sería «algo positivo tanto para Marruecos como para Andalucía y el resto de las comunidades españolas». En este punto recordó que Zapatero «animó» a participar en estas cumbres bilaterales con países vecinos a las autonomías «cercanas», algo que, sin embargo, no ocurre en el caso de Ceuta y Melilla, pese a que no existe distancia entre las ciudades y el reino alauí.
Inmigración, tema clave
En la agenda del encuentro entre el presidente español y el primer ministro marroquí, Abbas El Fassi, figuraba el control de la inmigración ilegal. En este punto, tanto Zapatero como el mandatario alauí dejaron claro las «buenas relaciones» que mantienen ambos países en todos los ámbitos, una vez superada la crisis diplomática que se abrió con la primera visita de los Reyes a Ceuta y Melilla en noviembre de 2007, circunstancia ésta que provocó la retirada temporal del embajador marroquí.
En este encuentro tanto España como Marruecos expresaron su disposición «a seguir combatiendo la inmigración ilegal» a la vista de los buenos resultados del último año en el que, según expusieron ambos dirigentes, la llegada de irregulares desde Marruecos «descendió un 20 por ciento», así como los incidentes en las vallas de Ceuta y Melilla. En este punto, Zapatero lamentó las consecuencias que, «en ocasiones, tienen esos incidentes» y reforzó su compromiso de seguir trabajando de forma conjunta con Marruecos en ese sentido. Por otro lado, El Fassi declaró que en la reunión se repasaron «todos los temas que interesan a ambas partes», aunque no concretó si se abordó la vieja demanda sobre la soberanía de ambas ciudades autónomas, cuestión eterna para Marruecos.