R. Poch
ALEMANIA El jefe de la policía de Nassau, una ciudad de la Baja Baviera de 50.000 habitantes, salió a abrir la puerta cuando llamaron al timbre de su domicilio. “Saludos de parte de la resistencia nacional”, le dijo un hombre de metro noventa. “Cerdo policía izquierdista, esto es para que no vuelvas a pisotear las tumbas de nuestros camaradas”, añadió antes de clavarle en el abdomen un cuchillo y salir corriendo. El jefe Alois Mannichl, de 52 años, se había distinguido por poner coto al activo ambiente de neonazis y cabezas rapadas de la ciudad. El jefe de policía ha sido gravemente herido, pero su vida no corre peligro. Puede ser que estemos ante una “nueva dimensión” de la violencia de la extrema derecha, ha dicho el ministro del Interior de Baviera.