La Ertzaintza ya ha dado con los dos menores que durante el pasado mes atracaron a varios chavales a punta de navaja para hacerse con sus teléfonos móviles. Los asaltos tuvieron lugar en las inmediaciones de la catedral nueva y en el patio de un colegio ubicado en el centro de la capital alavesa. De estos delitos se acusa a dos jóvenes marroquíes de 15 y 16 años que viven en un centro de acogida vitoriano, según informó la Policía vasca.

El arresto se produjo anteayer. La Ertzaintza buscaba a los jóvenes desde que el pasado mes fuesen presentadas hasta cinco denuncias por robos perpetrados por dos chicos magrebíes que intimidaban a sus víctimas, siempre menores de edad, con una navaja. Según contaron los afectados, los ahora arrestados se acercaron a los adolescentes y, tras amenazarlos con una navaja, les sustrajeron los teléfonos móviles. Hubo varios episodios de este tipo, y tuvieron lugar en el parque existente en la trasera de la catedral nueva y en el patio de un colegio próximo. Eso sí, los atracos se produjeron fuera de horario lectivo, matizaron fuentes de Interior.

Una vez que la Ertzaintza tuvo conocimiento de estos acontecimientos comenzó una investigación que pronto arrojó pistas decisivas: con los móviles robados se habían efectuado varias llamadas a Marruecos, con lo que se pudo identificar a uno de los implicados. Se trata del mayor, de 16 años, que fue detenido a primera hora de la tarde del miércoles en el centro de acogida donde reside habitualmente.

Al poco tiempo, los agentes identificaron al segundo chaval, de 15 años, también marroquí y residente en el mismo centro, que fue arrestado. Una vez realizadas las diligencias oportunas, el caso se pasará a la Fiscalía que propondrá las medidas a adoptar con los menores. Según fuentes de la Ertzaintza, lo habitual es que sean enviados al mismo centro de acogida en el que actualmente residen.

Persecución en Altube

Por otra parte, la Policía vasca detuvo en la madrugada de ayer a un hombre acusado de robar un vehículo. El arresto se produjo tras un intensa persecución. Todo comenzó a las cuatro de la mañana en un control de alcoholemia en la N – 622 en Zuia. Cuando los agentes dieron el alto a un Ford Orion con matrícula de Bilbao – que resultó ser robado – , el conductor redujo la velocidad. Sin embargo, al llegar a la altura de los ertzainas, aceleró y se dio a la fuga.

La patrulla persiguió al turismo hasta el peaje de Altube, en la AP – 68. Llegados a este punto, el conductor redujo la velocidad y saltó a la calzada con el vehículo en marcha. Aunque logró huir, el copiloto no tuvo tanta suerte: el coche chocó contra una bionda y el hombre, de 38 años, quedó atrapado en el interior del vehículo. Antes de ser arrestado, necesitó ayuda para salir del vehículo porque tenía la pierna aplastada contra la bionda.