Se oponen a la ubicación inicial que acordaron el Consistorio y la comunidad islámica Las buenas intenciones de los responsables de idear la nueva mezquita de Lleida no convencen a los empresarios de los polígonos industriales El Segre y Entrevíes, donde en un principio se plateó ubicar el templo.

Pese a que a finales del pasado mes de noviembre los arquitectos presentaron al Ayuntamiento de Lleida una propuesta técnica que incluye la concepción del edificio como un centro de intercambio de culturas abierto a toda la ciudadanía y no sólo a musulmanes, los empresarios siguen defendiendo que el lugar elegido no es adecuado para un templo y están dispuestos a llevar al Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC).

El primer paso de los empresarios, que se han constituido en la Asociación para la Sostenibilidad de los Polígonos El Segre y Entrevíes, ha sido presentar un recurso contencioso administrativo en los juzgados de Lleida contra el acuerdo entre el Consistorio y la Comunidad Islámica de Cooperación y Unión de Lleida y del Segrià (CICU), que contempla la cesión de los terrenos industriales por parte de La Paeria a la comunidad musulmana. Cabe recordar que este acuerdo es a 50 años y supone una aportación económica sustanciosa. Sin embargo, si el contencioso no surge efecto, la asociación está dispuesta a acudir al TSJC.

El representante legal de los empresarios, Santiago Solsona, aseguró que el acuerdo entre La Paeria y la CICU incumple las leyes de Urbanismo, ya que prevé recalificar unos terrenos ahora de carácter industrial como equipamientos. Según la entidad que Solsona representa, «un centro de culto rodeado de fábricas y con camiones y vehículos circulando por sus alrededores diariamente supondrá graves inconvenientes tanto a los empresarios y transportistas como a los usuarios de la mezquita, que se jugarán su seguridad y salud si se acaba ubicando ahí».

Por ahora el pleno de La Paeria ya ha aprobado el acuerdo inicial y contra el que ha recurrido la asociación, aunque todavía queda pendiente el trámite de la recalificación. Los empresarios también tienen un procedimiento abierto, aunque deben esperar a que la comisión de Urbanismo correspon – diente convierta en definitiva la que por el momento ha sido la primera aprobación del consistorio.Según la asociación, la comisión de Urbanismo «se juega su credibilidad» con la aprobación de dicha recalificación, ya que «es evidente que la misma comisión se opondría a ubicar cualquier otro edificio considerado como equipamiento en este lugar, por ejemplo una escuela».

Aparentemente ajena a la polémica, la comunidad islámica sigue adelante con la recaudación de fondos para hacer realidad su ansiada nueva mezquita en Lleida y que debería sustituir a la actual, ubicada en la calle del Nord, en pleno centro de la ciudad.

La mezquita vigente también ha vivido siempre rodeada de polémica.Las quejas de los vecinos de la zona que denuncian la falta de espacio es una constante. Y es que el proyecto inicial del nuevo centro de culto es de 1,5 millones de euros, aunque los propios arquitectos han reconocido, ya de entrada, que lo más probable es que finalmente su coste total se dispare incluso hasta los dos millones.

Toda la inversión desembolsada servirá para materializar un proyecto que prevé un edificio de 2.650 metros cuadrados con dos zonas diferenciadas. Una limitada sólo a la comunidad musulmana y destinada a la pregaria, y otra de carácter público con servicios como biblioteca, tiendas, aulas para clases y conferencias e incluso un restaurante.

El complejo incluye también un patio abierto de acceso público y la vivienda del Imam. Además, el proyecto incorporta una cúpula de ocho metros de diámetro y un minarete de 21 metros de altura.El área de rezo tendrá capadidad para 550 personas, lo que pretende acabar definitivamente con los problemas de espacio y saturación del edificio actual, que tantos conflictos han generado con los vecinos del barrio.

En cuanto a las características estéticas de la mezquita, se advierten arcos de herradura típicos de la arquitectura islámica que combina con otros semielípticos. Según explicó el propio arquitecto del proyecto, Lluís Mestre, será «la primera mezquita de nueva planta en Cataluña», con la que se quiere lograr un edificio emblemático y singular que sirva de ejemplo para otros que se han iniciado recientemente en ciudades como Cornellà o Reus, dónde los respectivos consistorios ya han cedido también solares.