Dieciséis menores, entre ellos cuatro bebés, en una nueva oleada de pateras
ABC, , 08-12-2008Ni la lluvia, ni el frío ni el fuerte oleaje impidió que un centenar inmigrantes sin papeles arribaran ayer a las costas españolas. Son los últimos desesperados que intentan el salto antes de que el invierno y las tempestades impidan cualquier posibilidad de alcanzar Europa. Junto con la patera localizada el sábado a 150 millas al sur de Gran Canaria – y que en la madrugada de ayer llegó a tierra, se avistaron otras dos embarcaciones: una en Tarifa (Cádiz) y otra en Benalmádena (Málaga).
Con el desembarco de las 68 personas que viajaban en el cayuco de Canarias se confirmó la noticia que Salvamento Marítimo había adelantado el día anterior, cuando el barco fue interceptado en el mar: uno de los ocupantes había fallecido en el viaje. Además, entre los subsaharianos que se jugaron la vida a cara o cruz viajaban al menos doce menores de edad. Muchos de ellos tuvieron que ser desembarcados en camillas al sufrir dolores musculares y presentar síntomas de hipotermia.
La tripulación del pesquero español, el «Pinzón Pesca», fue la que inicialmente auxilió a este cayuco hasta la llegada de la Salvamar «Punta Salinas». Incluso después de la llegada de ésta, el pesquero continuó colaborando hasta que finalizó el rescate.
Por otra parte, el Sistema Integrado de Vigilancia Exterior de la Guardia Civil localizó e interceptó ayer a 3,5 millas al sur de Paloma Baja, cerca a la localidad gaditana de Tarifa, una patera en la que viajaban 31 adultos y cuatro bebés a bordo, todos ellos también de origen subsahariano. Todos se encontraban bien, aunque dos mujeres y dos bebés tuvieron que ser trasladados a un centro de salud para ser tratados de agudos síntomas de agotamiento. La Guardia Civil llevó a los indocumentados hasta el puerto de Tarifa, donde fueron atendidos por profesionales de la Cruz Roja.
Por último, la oleada de pateras se cerró ayer con la localización y detención de una embarcación con cuatro inmigrantes subsaharianos, todos ellos varones. La barquichuela fue interceptada por la Guardia Civil siete millas al sur de las costas de Benalmádena (Málaga) y trasladada al puerto deportivo de la localidad. Los inmigrantes presentaban síntomas de hipotermia y deshidratación, de los que fueron tratados de forma inmediata.
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