Una mujer herida en la explosión de gas fallece por las quemaduras

Los médicos temen que se produzcanmás muertes en un grupo de 13 víctimasque se encuentran en estado crítico

El Correo, EL CORREO, 05-12-2008

Una de las 28 personas heridas en la explosión de gas que destruyó un edificio de viviendas el pasado miércoles en Gavá (Barcelona), una mujer de 60 años que tenía el 85% del cuerpo abrasado, falleció ayer en el Hospital Vall d’Hebrón a causa de un fallo multiorgánico. Los responsables del centro sanitario aseguraron que temen por las vidas de otras trece víctimas que sufrieron quemaduras en más del 80% del cuerpo. Entre ellas, un niño que tiene afectado el 92%.

Los médicos indicaron que, con lesiones tan graves, las probabilidades de sobrevivir son del 50%. No obstante, las expectativas aumentan cuando los heridos son de corta edad, porque tienen una mayor capacidad de recuperación. En Vall d’Hebrón también están ingresados cuatro niños más en estado muy grave, aunque su quemaduras alcanzan entre el 40% y el 60% del cuerpo.

El jefe de la Unidad de Grandes Quemados, Joan Pere Barret, explicó que los próximos tres días serán decisivos para determinar si los heridos sobrevivirán o no, pues podrían sufrir complicaciones renales, respiratorias, hepáticas o un fallo multiorgánico, como ocurrió ayer con la mujer de 60 años. La consejera de Salud, Marina Geli, no descartó que el número de víctimas aumente en las próximas horas, a pesar del esfuerzo «extraordinario» que están realizando los facultativos.

La Generalitat salió ayer en ayuda de los supervivientes de la explosión, que ha dejado sin techo a catorce familias de inmigrantes y de gitanos. Según explicó el consejero de Vivienda, Francesc Baltasar, los afectados tienen a su disposición once pisos y han recibido una ayuda inmediata de 1.000 euros, sin contar otros 900 repartidos en tres mensualidades.

El edificio siniestrado, que fue construido en 1997, tendrá que ser demolido por completo. La onda expansiva dejó el asfalto sembrado de colchones que habían salido despedidos de los somieres. Entre los cascotes, ladrillos y cristales esparcidos por la calle asomaban maletas destripadas, electrodomésticos y muebles desvencijados. La fachada se vino abajo, de modo que las salas de estar y los dormitorios quedaron a la vista de todo el mundo.

Investigación

El Ayuntamiento de Gavá anunció una investigación para confirmar si es cierto que, horas antes de la explosión, varios vecinos habían alertado de fugas de agua y gas en el barrio. La empresa que suministra el gas negó haber tenido ninguna incidencia en ese lugar en los últimos dos años. El alcalde de la localidad, Joaquim Balsera, aseguró que con el informe municipal y con el que elabore la Generalitat será posible determinar si se actuó de forma adecuada en este caso, un extremo que él no puso en duda. «Creo que las actuaciones han sido diligentes», declaró.

Sin embargo, los afectados – aparte de los heridos, otro medio centenar de personas fue desalojado – no comparten esa opinión. Aseguran que, cuando llegaron las ambulancias, 19 de las 28 víctimas ya habían sido evacuadas por los propios vecinos. «Este es un barrio marginal, pero todos somos personas. Nos han tratado como animales», denunció un damnificado.

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