«Las políticas de anticoncepción son eficaces; [el aumento de los embarazos en adolescentes] se debe más bien a un problema de las extranjeras», afirmaba ayer la consellera de Salut, Marina Geli, al ser interrogada sobre los datos que arroja el informe del Ministerio de Sanidad, presentado esta semana. Geli se encontraba junto con el conseller de Educació, Ernest Maragall, en una comparecencia conjunta para hacer balance del Programa Salut i Escola, que busca acercar la medicina preventiva a los adolescentes.

Según los datos recogidos por este programa, los embarazos no deseados son la principal preocupación de las adolescentes catalanas, seguidos de la salud alimentaria y el tabaco. El alcohol ocuparía el último lugar en esta escala.

Las preocupaciones de los chicos, en cambio, son opuestas, y la sexualidad es por lo último que preguntan. Ello se debe, según Geli, a que «la prevención de embarazos no deseados todavía tiene nombre de mujer».

Por su parte, la diputada del PP Belén Pajares señaló que hay «cierta relajación» respecto a las enfermedades de transmisión sexual, y añadió que el objetivo del programa debe ser que los jóvenes aprendan a usar los anticonceptivos para no tener que recorrer a métodos de emergencia.