La explosión de gas en Ca n´Espinós destapa una cara oculta de Cataluña

ABC, ÁNGEL MARÍN | BARCELONA, 04-12-2008

La explosión de gas en el bloque número 1 del Camino de Ca n´Espinós de Gavà – en la que ayer resultaron heridas 28 personas, siete de ellas niños, algunas de ellas al borde la muerte – puso en evidencia las carencias económicas y sociales de los 450 vecinos de esta barriada marginal de Cataluña. Ca n´Espinós es un barrio surgido en los años 50 donde vivían 350 personas en 40 barracas. Las chabolas fueron demolidas al final de la década de los 80 por el Instituto Catalán del Suelo, que construyó cinco bloques de planta baja más dos pisos (un total de 60 viviendas) para albergar a sus ocupantes, la mayoría de etnia gitana. Las obras de la promoción, que ahora dependen de la empresa pública Adigsa, finalizaron en febrero de 1997 y los vecinos entraron a vivir en marzo del mismo año, con régimen de alquiler de protección oficial de cinco años prorrogables. Los inquilinos pagan entre 300 y 400 euros mensuales por un piso de tres dormitorios, cocina, baño, galería y balcón. Las nuevas viviendas, sin embargo, no han cambiado las viejas querencias de algunos chabolistas, ya que el barrio sigue padeciendo problemas de inseguridad ciudadana, tráfico de drogas, absentismo escolar o paro, pese a las inversiones públicas en «planes de choque» que sólo sirven para lavar la cara de la Administración entre los vecinos.

El propio alcalde de Gavà, Joaquim Balsera, ha reconocido públicamente que Ca n´ Espinós «tiene una problemática muy acentuada desde el punto de vista de la seguridad».

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