Mas abre de par en par la 'casa gran' catalanista a los inmigrantes

El Periodico, TONI SUST, 04-12-2008

Bajo el lema Tots som Catalunya, Artur Mas protagonizó ayer el segundo acto de su peculiar semana del mestizaje, que empezó el lunes con la presentación de las parejas lingüísticas de los diputados de CiU en el Parlament. Ayer, Mas hablaba en nombre de Convergència, no de Unió. Aunque en realidad hablaba, sobre todo, como arquitecto de la casa gran del catalanismo, el proyecto que acuñó con el fin de atraer a votantes no estrictamente ligados a CDC o CiU. En un auditorio compuesto por cerca de un millar de inmigrantes, Mas les invitó a ingresar en esa casa gran. El requisito: que quieran a Catalunya como quienes ya residen en ella.
Significativamente, el tono de Mas sobre la integración de los extranjeros se ha modificado sensiblemente desde la campaña electoral del 2006, cuando abogó por defender un concepto en el fondo similar al de ayer – – el de que quienes vengan a vivir a Catalunya deben hacer un esfuerzo por adaptarse – – pero con un tono más duro.

DE SARKOZY A OBAMA
El matiz guarda cierta coherencia con el cambio de referente internacional. Si el actual presidente francés, Nicolas Sarkozy, sirvió a Mas de emblema de la política desacomplejada y efectiva, ahora el referente preferido es el presidente electo de EEUU, Barack Obama. Quizá por eso ayer no se habló de exigencias sino de oportunidades. El cambio de ciclo lo verbalizó Àngel Colom, abanderado de la casa gran de Mas, quien aludió a las primeras reuniones celebradas por Obama en el inicio de su camino a la victoria: “Obama ya es presidente, Artur Mas lo será pronto”. Mas advirtió al auditorio sobre Catalunya: “No creáis que esto es simplemente una región española. Jurídicamente, es una comunidad autónoma, pero tampoco es eso. Es una nación”.
Los asistentes recibieron al entrar un tríptico en varios idiomas – – árabe, amazigh, castellano, chino, rumano, inglés, francés y wolof – – en el que se explica que Catalunya es un país de acogida y se invita a entrar en la casa gran. Los presentes recibieron copia de Els Segadors, cantado con entusiasmo desigual. Y mientras todos sonreían hablando de oportunidades, en otro acto, Jordi Pujol, que últimamente no suele estar en la misma onda que su sucesor, alertaba del riesgo de la inmigración (ver página siguiente).

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