barcelona. Un total de 28 personas resultaron heridas graves o muy graves como consecuencia de la violenta explosión de gas que sacudió en la madrugada de ayer el barrio de Ca n’Espinós de Gavà (Barcelona) y que obligó a desalojar a unos 50 vecinos.

La explosión, cuyas causas aún se desconocen, interrumpió hacia las tres de la madrugada el sueño de los vecinos de este barrio marginal, habitado mayoritariamente por inmigrantes y personas de etnia gitana, provocando el caos y el desconcierto.

La sacudida y un incendio posterior en el edificio situado en el número 1 del camino de Ca n’Espinós hizo desaparecer por completo la fachada del inmueble, que tendrá que ser demolido.

Vecinos del barrio criticaron la tardanza con que reaccionaron los bomberos y los servicios de emergencia, lo que motivó que muchos heridos fueran socorridos y trasladados por los propios vecinos a los hospitales, pese a que la Generalitat ha rechazado de plano que se haya actuado con demora.

El conseller de Interior, Joan Saura, aseguró que el primer coche de bomberos llegó a este barrio de Gavà ocho minutos después de recibir el aviso, y calificó de “ejemplar” la reacción de los equipos de emergencia.

entre la vida y la muerte A última hora de ayer, 14 de los 28 heridos por la explosión se encontraban en un estado tan grave que peligra su vida, ya que sufren quemaduras en más del 60% de su cuerpo, según el Departamento de Salud. Cuatro de ellos son niños

Los heridos están distribuidos en cinco hospitales y los más graves se encuentran o están siendo trasladados a la Unidad de Grandes Quemados del hospital de Vall d’Hebron, centro de referencia en este tipo de lesiones.

Según informó la Generalitat en un comunicado, en el Vall d’Hebron hay 13 pacientes ingresados, siete adultos y seis niños. De los adultos, seis están muy graves – uno con el 98% del cuerpo quemado – y uno grave. Según informaron fuentes del hospital, los heridos se encuentran “estables dentro de la gravedad”.

De los niños, cuatro están muy graves, uno grave y uno menos grave – con entre el 15 y el 85% del cuerpo quemado – . Dos de los niños fueron trasladados desde el Hospital Sant Joan de Déu. Tres de los niños necesitan ventilación asistida, explicó la consellera de Salud, Marina Geli.

En el Hospital de Bellvitge, en L’Hospitalet de Llobregat, están ingresadas seis personas. Tres de ellas en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) con quemaduras graves y politraumatismos, y otras tres en el Servicio de Urgencias. De estos tres últimos, uno presenta quemaduras, otro tiene un traumatismo craneoencefálico con contusión torácica, fractura esternal y vertebral, y el tercero sufre una herida profunda en el músculo.

El Hospital Clínic atendió a cuatro personas muy graves, con quemaduras de entre el 60% y el 90% del cuerpo y varios traumatismos, lo que obligó a instalar medidas de apoyo vital avanzado en dos de los casos.

En el Hospital Sant Joan de Déu queda sólo un niño ingresado que será trasladado al Vall d’Hebron. Finalmente, en el Hospital de Viladecans queda un herido leve con contusiones e intoxicación por humo. Otros tres fueron dados de alta.

hubo un aviso previo Joan Saura explicó que a las 02.47 horas los bomberos recibieron la llamada de una mujer que aseguraba que había una fuga de agua en la vía pública, frente al lugar donde poco después se ha producido la explosión.

Los Bomberos alertaron a la Policía Local, que comprobó in situ que la fuga de agua había dañado algunas baldosas de la calle, por lo que avisó de nuevo a los bomberos, que empezaron a movilizarse para salir a cubrir ese servicio, según explicó un portavoz de los Bomberos.

A las 03.06 horas, cuando ya estaban dispuestos en el camión para dirigirse al lugar, recibieron una nueva llamada, en este caso de un hombre que aseguraba que se acababa de producir una explosión en la misma dirección.

Antes de la llegada de los bomberos ya habían sido evacuados por los vecinos a distintos hospitales diecinueve de los heridos, y con posterioridad fueron trasladados a centros sanitarios otros seis, según informaron en un comunicado los Bomberos de la Generalitat.

Un centro cívico de Gavà cercano al lugar sirvió para atender a más de 50 vecinos desalojados de los inmuebles colindantes, a los que se suministraron mantas y comida y se les ofreció apoyo psicológico.

El Departamento de Medio Ambiente y Vivienda, propietario del edificio a través de la empresa pública Adigsa, está buscando un alojamiento provisional y urgente para los vecinos del inmueble, en el que había cuarenta personas empadronadas.

El edificio forma parte, junto con otros cuatro bloques, de un conjunto de viviendas construidas por Adigsa, que entregó las llaves a sus inquilinos en el año 1997. >agencias

Solidaridad en un escenario dantesco