'Soy un ultra, pero no un criminal'

El Mundo, ROBERTO BECARES, 04-12-2008

SANTOS MIRASIERRA, EL HINCHA DEL OLYMPIQUE, DECLARA EN EL JUICIO QUE EMPUJO A UN POLICIA, PERO QUE TRATO DE DIALOGAR – SU FAMILIA CRITICA A LA JUSTICIA ESPAÑOLA «Desde hace 10 años me he dedicado a mi peña ultra, he dado toda mi vida, mi dinero, para seguir a mi equipo por Europa. Soy un ultra, pero no un criminal». Vestido con una sudadera del Olympique de Marsella y alentado a su entrada al juzgado de lo Penal por familiares y amigos de estética ultra, Santos Mirasierra defendió ayer su inocencia en los incidentes del pasado 1 de octubre en el estadio Vicente Calderón. La Fiscalía pide ocho años de prisión para el aficionado galo, que lleva más de dos meses en prisión preventiva en Soto del Real, por un delito de lesiones y otro de desórdenes públicos.


En su declaración, Mirasierra admitió que empujó a un agente, pero para «proteger a una chica que tenía una herida en la cabeza», y negó varias veces que fuera quien lanzó una silla de la grada en la bocana de un vomitorio que provocó una brecha en la cabeza de un policía. Sobre el inicio de los incidentes, precisó que sólo trataba de «hablar» con los stewards y la policía cuando procedieron a retirar la polémica pancarta de la calavera. «Decían que era racista, pero les dije que no lo era, que forma parte de nosotros y me ofrecí a taparla con un trapo o una camiseta. Sólo intenté hablar; ni tiré sillas ni hice nada», afirmó.


«Estaba nervioso», replicó el ultra al ver un vídeo donde salía encarándose a la policía, además de negar que acudiera «borracho» al partido y señalar que hizo de mediador entre la seguridad y los aficionados.


El jefe de los antidisturbios que actuaron aquel día en el fondo norte, el inspector 28180, admitió ayer que Mirasierra se dirigió a él. «Intentó hablar conmigo, parecía el líder de su gente», explicó el policía, que fue quien resultó herido de un sillazo: «No vi quién fue». Quien sí identificó ayer a Mirasierra como el agresor fue otro policía, el 87524. «Tengo la convicción de que fue él», dijo varias veces el agente, que afirmó, sin embargo, que pudo estar de espaldas cuando se produjo la agresión. Anteriormente, este policía recibió numerosos golpes al ser empujado por Mirasierra. «No vi ninguna mujer. Me tiraron al suelo y me empezaron a dar patadas y puñetazos. Uno de ellos se agachó y me quitó el casco. Si no me hubiera ayudado un compañero, caen a plomo sobre mi cabeza», indicó.


Optimismo.


Los testigos españoles amigos del ultra galo que acudieron al partido defendieron su inocencia ante la juez. «No le vi ningún comportamiento violento», coincidieron en señalar. Miembros de seguridad del Olympique subrayaron que Mirasierra, al que conocen desde hace 10 años, nunca ha participado en incidentes.


El abogado del acusado, Erlantz Ibarrondo, se mostró optimista respecto a la sentencia, que podría hacerse pública hoy mismo. «Sólo tienen la declaración de los policías, y su testimonio es contradictorio», indicó. Mientras, la hermana del ultra, Lucile, arremetió contra la Justicia española: «No creo en ella, el abogado (fiscal) se estaba durmiendo y la traductora no sabía traducir».


MIRASIERRA DICE


«Ni tiré sillas ni hice nada. Sólo hablé con la policía. Les dije que la pancarta no era racista y me ofrecí a taparla con un trapo o una camiseta».


EL POLICIA DICE


«Me empujaron, me tiraron al suelo y uno de ellos me quitó el casco. Si no me hubiera ayudado un compañero caen a plomo sobre mi cabeza».

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