TRAGEDIA / Una explosión en el barrio de 'La Masía' causada por una fuga de gas hiere a 28 personas, 18 de ellas muy graves y ocho son menores de edad / Los vecinos relatan escalofriantes escenas de dolor y pánico
Gas y agua, mezcla explosiva en Gavà
El Mundo, , 04-12-2008El miedo, el desorden y la desconfianza planean desde ayer sobre la barriada de Ca n’Espinós, en Gavà (Barcelona), después de que una fuga de gas, al parecer precedida por una de agua, obligara a hospitalizar a 28 personas, de las que 18 están muy graves y ocho son menores. La Generalitat teme por la vida de muchas víctimas, en serio peligro, ya que varias presentan quemaduras en más del 80% de su cuerpo.
El barrio seguía ayer por la tarde conmocionado. Los residentes, la mayoría inmigrantes y de etnia gitana, constataban que las llamaradas de madrugada no eran un mal sueño y que más de 40 de sus 450 vecinos eran atendidos por los servicios sanitarios del área de Barcelona. Aseguran que se sienten una suerte de ciudadanos de segunda y que lo hacen porque consideran que la tragedia podría haberse evitado «si las ambulancias hubieran llegado antes», circunstancia que fue ayer mismo negado por Interior: bomberos y ambulancias tardaron ocho y 11 minutos en llegar al lugar.
Todo apunta a que el motivo de la explosión fue un escape de gas que se desató en la planta baja del inmueble y del que se desconocen sus orígenes. Pasaban sólo unos minutos de las tres de la madrugada cuando la contundente explosión asoló el entorno del camino de Ca n’Espinós, según el testimonio de varios vecinos.Las llamas superaban la altura del edificio, de tres plantas.
Pijamas reducidos a harapos, y gritos de mujeres y niños envueltos en llamas dibujaron un escenario dramático, según los testigos.«Había personas saltando desde los balcones para escapar de las llamas», contaba un vecino, que vio a una gitana, Fátima, gritando «Salvadme o me tiro». La gente empezó a traer escaleras y colchones al lugar. Algunos «abrían los brazos» para que los afectados, atrapados en sus pisos, pudieran lanzarse al vacío con más seguridad, narraba Jaime García Rodríguez, de 23 años y vecino del bloque contiguo al siniestrado.
Cuando llegaron los Bomberos aún quedaban personas en el interior de la finca. Los vecinos ya habían empezado el desalojo con sus propios medios, socorriendo a los heridos y trasladándolos a centros hospitalarios en sus propios coches: Hasta 19 afectados fueron auxiliados así por los vecinos.
Al lugar de los hechos se acercó el conseller de Interior, Joan Saura, para interesarse por lo sucedido. Allí mismo, el máximo responsable de Interior aseguró que una fuga de agua precedió a la de gas que fue el detonante de la explosión.
La onda expansiva afectó a viviendas situadas a cien metros del bloque. A Tamara Fernández, la deflagración la sorprendió en plena calle y la mandó bajo un coche. «Iba semidesnuda y restos de su piel se adherían a mí», contaba García.
«Un drama , un caos, terror», resumía, aún sobrecogida, Josefa Cortés Navarro, 36 años, vecina del bloque 2. Tras más de cinco caóticas horas pasadas en el aterrador escenario en que se había convertido la calle, la mujer, en un desarrollado estado de gestación, obtenía la autorización para acceder a su piso. Josefa aseguraba ayer que dos vecinas del barrio, hoy ingresadas en la UCI, alertaron a Gas Natural la tarde anterior al siniestro de «un fuerte olor a gas». «Antes de irse, los técnicos dijeron que no pasaba nada», coincidieron varios vecinos. A la compañía, sin embargo, no le consta esa llamada de aviso.
La Generalitat, propietaria – a través de su parque de vivienda pública Adigsa – del siniestrado bloque de protección oficial en régimen de alquiler, realojará a las 11 familias afectadas en nuevos pisos. Todos los que se han quedado sin techo – y sin pertenencias, ya que no habían asegurado las viviendas – han pernoctado en hospitales. Por su parte, quienes ayer temían quedarse a dormir en el barrio, declinaron el ofrecimiento de la Administración del alojamiento en un hotel y optaron por refugiarse en casas de familiares. El antiguo ocupante del único piso vacío del bloque afectado, que había sido desahuciado al no poder pagar la renta, celebraba ayer su suerte.
elmundo.es
/elmundo/barcelona.html
Z Vídeo:
Vea las imágenes del siniestro.
(Puede haber caducado)