DAVID PLACER
SANTA COLOMA DE GRAMENET

Los chinos comienzan a regresar a casa. El crecimiento exponencial de esa comunidad ha frenado en seco este año en toda la provincia. De hecho, en Badalona y Santa Coloma ha decrecido el 30% y el 10% respectivamente. Los ayuntamientos están convencidos de que se trata de un fenómeno sin precedentes y temen que el próximo año se acentúe.
En Fondo y Gorg, los barrios chinos de Santa Coloma y Badalona, los comerciantes de esa comunidad con clientela de su propio país están notando un descenso acelerado en los compradores. De los 6.000 chinos registrados en el 2006 en ambos municipios, un total de 1.550 se han dado de baja (1.200 en Badalona y 350 en Santa Coloma), según las cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística en enero pasado. En Barcelona, hay censados 10.629 ciudadanos chinos, 200 menos que el año pasado, y en toda la provincia el descenso alcanza los 2.000, lo que ha reducido la población a 27.218.
Muchos trabajadores chinos del sector de la construcción que han perdido el empleo también han tenido que cancelar el regreso a su lugar de origen porque no tienen dinero ni para el pasaje. “Al menos la mitad de mis clientes quieren volver, pero no pueden”, explica Sendy Zhang, propietaria de la asesoría legal Juipind. “Los locales venden poco y los restaurantes chinos tienes menos comensales, pero no pueden vender todo lo que han comprado de un día para otro. Tengo 29 clientes que no han cobrado el sueldo y no tienen dinero ni para pagar la renovación de la residencia, que cuesta 30 euros”, añade.

CAÍDA DE LAS VENTAS
“Los solteros sin papeles y sin hijos son los primeros que se han ido. He notado que hay menos clientes desde hace seis meses”, explica Johanna, una china que regenta un restaurante con comida típica para ciudadanos de su país en Santa Coloma de Gramenet.
El aumento de los restaurantes chinos y las tiendas del estilo todo a 100 ha creado una situación de saturación de mercado en Badalona y Santa Coloma, que se ha agravado con la crisis. “Los comercios no venden y la construcción está paralizada. Tengo dos talleres cerrados desde agosto”, explica Yunjian Wang, vicepresidente de la Asociación de Empresarios Chinos en Catalunya.
La situación es crítica para los más necesitados y los comerciantes incluso han tenido que reunir dinero para pagar el pasaje a algunos de sus compatriotas que perdieron el trabajo y se quedaron atrapados en España sin recursos ni papeles.
El avance de la moneda china, el yuan, frente al euro también implica que cada vez resulta menos rentable trabajar en Europa para quienes envían dinero a su país de origen. Desde marzo, el euro se ha devaluado el 30% frente al yuan, lo que significa que las familias que reciben dinero de Europa han reducido en un tercio sus ingresos en ese concepto. El fortalecimiento de la econo-
mía china se esconde asimismo tras el retorno de muchos ciudadanos, sobre todo de Quigtian y Wenzhou, las ciudades en crecimiento de donde provienen la mayoría de los chinos de Barcelona.