La comunidad boliviana en La Rioja, compuesta por unas tres mil personas, organizó ayer una degustación de comida del país andino con la que se recaudarán fondos para ayudar a las familias de los tres hermanos de esa nacionalidad que murieron el pasado miércoles en Logroño.
En la madrugada del pasado miércoles fallecieron en el interior de una caseta agrícola, en el barrio de Varea, tres hermanos bolivianos, víctimas de una intoxicación por el monóxido de carbono desprendido de un generador eléctrico. Los fallecidos eran José Ismael Flores Camacho, de 56 años, y sus hermanos Ramber y Zenón, de 46 y 41 años, respectivamente, cuyos cadáveres serán trasladados a Bolivia mañana, acompañados por 12 familiares que residen en Logroño, según uno de los portavoces de la asociación de bolivianos, Henry Zapata. Él fue uno de los organizadores de esta iniciativa, en la que durante todo el día se vendieron diferentes platos típicos de Bolivia.
El objetivo era conseguir los fondos suficientes para hacerse cargo de varios gastos relacionados con el fallecimiento de sus compatriotas, como el tanatorio o el transporte de los féretros hasta Madrid.
Retorno
Zapata recordó que la embajada de su país se ha hecho cargo de la repatriación de los cadáveres y, además, diferentes entidades les han prestado ayuda para los pasajes de sus familiares. También lamentó la situación económica que atraviesan muchos de sus compatriotas «porque con la crisis mucha gente retorna» a Bolivia. De hecho, uno de los fallecidos tenía billete para regresar a Bolivia en los próximos días dentro del programa de retorno voluntario para inmigrantes.
Entre las entidades que desde el pasado miércoles han ofrecido su ayuda a las familias de los fallecidos está el Gobierno regional, cuyo consejero de Presidencia, Emilio del Río, participó en esta actividad. El consejero transmitió la «solidaridad de todos los riojanos» y destacó la «unión» que existe en la comunidad boliviana riojana, que está «totalmente cohesionada e integrada en nuestra tierra».