-INFORME POLICIAL SOBRE VIOLACIONES-
Un 33% de las mujeres agredidas sexualmente conocía a su agresor
El Mundo, , 30-11-2008MADRID. - El 60% de las agresiones sexuales en Madrid se produce durante los fines de semana y de noche, y el 33% de las víctimas conocía a su agresor, según datos de 2007 facilitados en la presentación del protocolo de actuación coordinada de los organismos competentes en materia de agresiones sexuales. Este programa pretende una actuación integrada en casos de violencia sexual por parte de todos los agentes intervinientes: policía, ginecólogos, médicos forenses y asistentes sociales.
Asimismo, el año pasado se detuvo en la región a 216 violadores y se investigaron 465 delitos sexuales (tocamientos, abusos, violaciones y otros delitos de esta índole). El 71% de los detenidos eran extranjeros, principalmente ecuatorianos (18%), colombianos (9%) y rumanos (7%), según datos facilitados por la inspectora de la Policía Nacional y jefa del Servicio de Atención a la Familia de la Brigada Provincial de Policía Judicial, Elena Palacios. Cuatro de cada diez violadores apresados tenían entre 26 y 35 años, el 40% de los detenidos residía ilegalmente en España y el 39% era desconocido para las víctimas. Con todo, es alto el porcentaje de agresores conocidos por la mujer: en concreto el 32% de las agredidas lo conocía de algo, y un 15% tenían o habían mantenido una relación sentimental con él.
Estos datos se ciñen a la demarcación del Cuerpo Nacional de Policía, que tiene competencias en la capital y a 14 pueblos de la Comunidad donde residen más de 50.000 habitantes. Majadahonda, Las Rozas, Boadilla, Collado Villalba, Arganda y Rivas – Vaciamadrid son competencia de la Guardia Civil. / Sigue en la página 2
De acuerdo con los datos ofrecidos por la ginecóloga Margarita Sánchez – Pastor, del Hospital La Paz, el 60% de los casos se producen durante el fin de semana. Han aumentado los ataques en los que las pacientes sufren una «amnesia retrógrada» por la ingesta de la droga escopolamina, conocida también vulgarmente como burundanga, que hace perder la voluntad a las víctimas.
Los violadores suelen echar esta sustancia en la bebida de las víctimas para luego violarlas. El problema es que esta droga es absorbida por el cuerpo rápidamente. Se calcula que si no se hace el análisis en menos de ocho horas no se puede detectar en el análisis toxicólogico.
Precisamente, la presidenta del Centro de Asistencia a Mujeres Violadas, Tina Alarcón, alertó recientemente del aumento de casos de jóvenes que son agredidas sexualmente a través de la inconsciencia producida por las drogas, y se ha detenido a dos personas, un español y un colombiano, bajo la acusación de violar a mujeres tras darles burundanga.
Además, los casos en la región representan un alto porcentaje respecto al total nacional, ya que en 2007 se contabilizaron 6.845 delitos sexuales en toda España, lo que significa que Madrid fue el escenario de una quinta parte de ellos. Sólo Andalucía supera a Madrid en el número de denuncias con 1.395 el pasado año.
En la capital madrileña, la Brigada Provincial de Policía Judicial investigó 495 denuncias por agresión sexual en 2007, una cifra que en 2008 también se ha incrementado «porque cada vez se denuncia más», subrayó la jefa del Servicio de Atención a la Familia de la Brigada Provincial de Policía Judicial, Elena Palacios.
Según los datos que maneja la Policía, la mitad de las víctimas son menores de 25 años y el 63% españolas, aunque no existe un perfil determinado. Lo único seguro, según Palacios, es que el agresor siempre elige una víctima «a su medida, que sea más frágil que él». El 60% de los casos se producen de noche.
Por su parte, la presidenta de la Asociación de Atención a Mujeres Violadas, Florentina Alarcón, advirtió de que la edad de las víctimas y los agresores está bajando. «Estamos encontrándonos con agresores de entre 11 y 16 años», afirmó.
Los violadores pueden ser tipificados según su modus operandi, según explicó a Europa Press la médico Forense de la Audiencia Provincial Raquel Barrero. De acuerdo con los perfiles establecidos por el FBI, los más comunes son los violadores que «buscan ganar confianza en su masculinidad», nunca lesionan a sus víctimas y suelen pedir disculpas después. Estos casos también son los que menos se denuncian porque el violador no consigue mantener una erección, ni eyacular.
Hacer daño para excitarse
Otra de las características de los agresores es que se reafirman mediante el poder. Los más violentos pero menos frecuentes son los agresores por venganza y los sádicos, que necesitan hacer daño para conseguir excitarse.
En este sentido, Barrero criticó que en muchos de los casos que se juzgan por violación la defensa del agresor aduzca una patología psiquiátrica o la ingesta de drogas para atenuar la pena. «En la mayoría de los casos no existe tal patología, o si existe no afecta a la distinción del bien y el mal», señaló. Además, en el 40% de los casos se alega que el agresor estaba bajo los efectos del alcohol y las drogas. «El alcohol y las drogas no provocan las conductas, pero sí facilitan que salgan a la luz rasgos que ya existían», aseguró.
La forense pidió que los delincuentes se sometan a exámenes periciales el día de su detención y no meses después, «porque la duda sobre si realmente estaba intoxicado o no queda sembrada».
Edad media de la violada: 25
Solamente el hospital de La Paz, referencia en la atención a mujeres víctimas de agresiones sexuales, atendió el pasado año a 233 pacientes de una edad media de 25 años, aunque la ginecóloga de este centro Margarita Sánchez – Pastor aseguró que por el servicio han pasado desde una niña de tres años a una mujer de 75.
Además de la exploración correspondiente en el centro hospitalario, se receta a la mujer la píldora postcoital para evitar embarazos, y se realizan diagnósticos a petición de la víctima para determinar posibles contagios de enfermedades infecciosas como el VIH, y hacer una intervención precoz para evitar su desarrollo.
La presidenta de la Asociación de Atención a Mujeres Violadas. Florentina Alarcón, valoró positivamente la puesta en marcha del protocolo, pero pidió una mayor profesionalización y sensibilidad por parte de algunos profesionales de la Policía o los hospitales para tratar a este tipo de víctimas. También exigió que en los juicios por delitos sexuales se preserve a las víctimas colocando un biombo, y que se aceleren los procesos, «porque a veces se celebran cuando las víctimas han conseguido recuperarse psicológicamente, y revivir los hechos supone un riesgo de recaída».
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