La Policía Nacional investiga ese tipo de enlaces, que permiten a sus protagonistas ser ciudadanos de la Unión Europea

La Policía Nacional investiga ese tipo de enlaces, que permiten a sus protagonistas ser ciudadanos de la Unión Europea

En fechas recientes una circular de la Conferencia Episcopal llegaba a los buzones de varios sacerdotes de la ciudad. En ella se alertaba de una serie de matrimonios fraudulentos celebrados en iglesias de diferentes puntos de España. Se referían a casos como el detectado en A Coruña hace dos meses. Entonces, la Unidad de Extranjería de la Policía Nacional advirtió de una red que se dedicaba a concertar matrimonios.

Estos enlaces se producían en diferentes iglesias de la provincia de A Coruña y los protagonizaban hombres de países no pertenecientes a la Unión Europea y mujeres comunitarias. El primero pagaba un precio por el amaño, la red repartía ese dinero con la mujer y, tras celebrarse el matrimonio, cada uno tomaba su camino, sin volverse a ver jamás. El precio de esas bodas de conveniencia puede llegar hasta los 14.000 euros.

Las sospechas empezaron a darse por el aumento de matrimonios religiosos protagonizados por paquistaníes en A Coruña. El hecho de que miembros de una comunidad tan escasa optase por casarse por el rito católico y siempre con mujeres europeas parecía extraño y, aunque en los círculos ligados a la inmigración ya se hablaba del asunto desde la primavera, los hechos no trascendieron al ámbito policial hasta más tarde.

Además de la coincidencia de los paquistaníes, se daba otra: muchas de las mujeres que contrataban los matrimonios eran portuguesas. Estas acudían el día de la celebración y se volvían a su país. Fuentes próximas a la investigación, por la que ya hay 4 detenidos (dos españoles y dos paquistaníes que ingresaron en el penal de Teixeiro el pasado miércoles), estiman que en el caso pueden estar implicadas entre 30 y 40 personas. También se cree que la red no solo opera en A Coruña y Portugal, sino que se extiende a otras ciudades de Galicia.

De cualquier modo, se necesita hilar fino en la investigación, que sigue en marcha, para poder imputarlos a todos. En la trama participan muchos intermediarios, encargados de presentar a las personas. En esos casos resulta muy difícil probar su participación en los hechos.

Más fácil que por lo civil

«En el Registro Civil, hoy por hoy, es muy difícil meter goles», asegura un especialista en derecho civil de la persona, que asegura que el matrimonio canónico ofrece muchas más facilidades para consumar el fraude. «Se suelen realizar unas preguntas protocolarias respecto a los sacramentos y se celebra sin más», indica un sacerdote consultado por La Voz, que asegura desconocer los hechos, pese a recibir la citada misiva de alerta.

Además de paquistaníes, hay hombres de otras nacionalidades. Una vez casados, su estatus jurídico cambia radicalmente, pasando de ser extranjeros (en muchos casos ilegales y con orden de expulsión) a ser ciudadanos comunitarios con libre circulación por la Unión Europea. Tras el incremento de bodas en ciudades como Madrid y Barcelona, aumentan los casos en otras provincias. El pasado día 21 hubo dos detenidos en Ourense por hechos similares, con protagonistas nigerianos.