El desarraigo puede ser una ventaja que muchos ciudadanos extranjeros en paro están siendo capaces de convertir en virtud. La movilidad laboral cambiar de Región, e incluso de país es para la mayoría de murcianos desempleados un handicap a la hora de conseguir un nuevo trabajo, ya que los lazos familiares y sociales tienen mucho peso.
Los inmigrantes que en el último año han perdido su trabajo, en cambio, y según han constatado los sindicatos, Administración y ONG, ponen menos pegas a la hora de cambiar de región, de país o de sector laboral para conseguir un nuevo empleo. Es una de las conclusiones a las que llegaron ayer los expertos y profesionales que participaron en la mesa redonda sobre Crisis e inmigración en la Región de Murcia, propuestas y alternativas, organizada por la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Murcia, y a la que asistieron representantes de la Administración central, regional, sindicatos y organizaciones no gubernamentales.
La iniciativa emprendedora es otra de las bazas a favor de los extranjeros que se enfrentan a la crisis económica sin empleo, según resaltó el director general de Inmigración de la Comunidad, Leopoldo Navarro, quien destacó que sólo en el último trimestre se han dado de alta como autónomos más de 800 ciudadanos procedentes de otros países.
Sin embargo, siguen siendo más las desventajas de salida a las que se enfrentan los inmigrantes extranjeros, que son, a juicio de los expertos reunidos ayer en el campus de Espinardo, uno de los colectivos más vulnerables en tiempos de crisis. «No hay que olvidar -destacó Ginés Martínez, director general del Servicio de Empleo y Formación (SEF), que el 40% de estos trabajadores no tiene estudios primarios. Martínez repasó las cifras de desempleo entre los extranjeros de la Región y resaltó que en la actualidad hay 10.000 inmigrantes desempleados más que el pasado año. Destacó que más de la mitad han sido citados para diseñar itinerarios de inserción laboral, y el 50%, es decir, unos 2.500, los han seguido. Los sectores en los que se han formado están relacionados con el metal y la mecánica y con los servicios sociales relacionados con el cuidado de dependientes.
Los ponentes hicieron especial incidencia en reclamar a la sociedad que no vincule desempleo o crisis con el colectivo de ciudadanos de otros países. «Las políticas migratorias no pueden estar relacionadas con el mercado de trabajo porque hablamos de personas, no de mano de obra de usar y tirar», en opinión de Fulgencio Puche, jefe de la Oficina Única de Extranjeros de la Región. Andrés Pedreño, profesor del Departamento de Sociología y Política Social de la UMU, denunció también que el desempleo afecte en mayor porcentaje a los extranjeros, lo que supone «otra forma de discriminación».