El Gobierno regional está «muy preocupado» ante la posibilidad de que se registren «brotes o actitudes racistas y xenófobas», según reconoció ayer el director general de Inmigración, Leopoldo Navarro. A su juicio, «está demostrado que en situaciones de crisis, cuando hay menos trabajo y oportunidades, hay gente que puede pensar que se lo están quitando los que han llegado de fuera». El Observatorio Regional de Inmigración, reconoció Navarro, está muy pendiente de esos «posibles brotes de racismo para atenderlos y atajarlos». Leopoldo Navarro planteó a la mesa la necesidad de que la Ley de Extranjería sea reformada y de un mayor control de los flujos migratorios irregulares.
La agricultura está agrandando su papel en la economía regional a causa de la crisis, y de hecho, está acogiendo a muchos de los trabajadores extranjeros que han perdido su trabajo en la construcción pero que en origen iniciaron su vida laboral en la Región en el campo.
Los ponentes que participaron en la mesa redonda coincidieron en destacar que la agricultura es el sector que en mayor medida está reabsorbiendo a los desempleados de la construcción, que suman ya más de 10.000.