Tres mossos condenados a seis años de cárcel por torturar a un detenido

Los policías autonómicos confundieron al agredido con un atracador

Las Provincias, EFE, 26-11-2008

La Audiencia de Barcelona ha condenado a penas de hasta seis años y siete meses de prisión a cinco mossos d’esquadra de la comisaría de Les Corts por torturar y maltratar a un hombre al que detuvieron por error en julio de 2006 y a quien llegaron a meter una pistola en la boca para hacerle confesar.

En su sentencia, la sección novena de la Audiencia condena a seis años y siete meses de prisión a tres de los agentes procesados, a dos años y tres meses a otro y a multas que suman 3.900 euros al último de ellos, por los delitos de torturas y lesiones graves, detención ilegal, inviolabilidad de domicilio, contra la integridad moral y maltrato. Según el tribunal, los agentes golpearon y torturaron al detenido, de origen rumano y al que confundieron con un atracador, y también maltrataron y arrestaron ilegalmente a su novia, embarazada de tres meses, hasta lograr que les permitiera entrar en su domicilio para registrarlo ilegalmente.

El fallo censura la conducta de los Mossos, que califica de “cruel en exceso, brutal o salvaje” e impropia de una policía formada en un estado de Derecho, y les reprocha que siguieran golpeando al detenido, incluso después de que éste les advirtiera de que es hemofílico. El caso ocurrió en julio de 2007, cuando la policía autonómica investigaba un caso de atraco cuya víctima identificó “con bastantes dudas” al torturado, Lucian P., en un reconocimiento fotográfico. Vestidos de paisano, cuatro de los agentes esperaron a Lucian P. en la puerta de su casa y, sin identificarse en ningún momento, se abalanzaron encima de él, le hicieron la zancadilla, lo arrojaron al suelo y le golpearon por todo el cuerpo, al tiempo que le pisaban la cabeza y le agarraban por el cuello para impedir que gritara. Los agentes siguieron golpeando al procesado en el aparcamiento de la comisaría, desoyendo su llanto y sus advertencias de que podía morir por ser hemofílico.

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