Los trece cayucos que han llegado a Canarias desde el pasado mes de octubre han salido de Mauritania, según confirmaron a este periódico observadores internacionales en la costa africana, quienes precisaron que los responsables del negocio inhumano han vuelto a cambiar la estrategia y ahora desplazan a los candidatos hasta 80 kilómetros al sur de Nuadibú, para salir en pequeños grupos hasta alta mar, donde les espera el cayuco que emprende el rumbo a Canarias.

Así lo precisaron las citadas fuentes, conocedoras de los hechos de primera mano. Asimismo, señalaron que este cambio puede deberse a que ahora existe un poco más de vigilancia en La Güera, una de las zonas del norte de Mauritania, lindando con Marruecos, que ha registrado también muchas salidas de embarcaciones clandestinas.

Se añade otra razón. Una pareja de la Guardia Civil española pasea por las inmediaciones de los principales puertos del vecino país, tanto en la capital (Nuakchott), como en el de Nuadibú, con el fin de detectar los puntos de salida de las expediciones clandestinas, para comunicárselos a los gendarmes mauritanos, que son los que tienen competencia para frenarlos.

Esto también ha podido desplazar las salidas hasta otro punto menos vigilado.

Si se constata que Mauritania es ahora el origen de las salidas clandestinas, extraña que España sólo entregue medios de vigilancia a Senegal. El Gobierno español ofreció en Dakar, el pasado lunes, un avión y un helicóptero al ejército senegalés para ayudarle en la lucha contra la inmigración clandestina.

Esta donación se inscribe dentro del marco de cooperación entre los dos países en materia de lucha contra la inmigración clandestina. Más concretamente, se trata de un refuerzo del plan Frontex.

Según las autoridades senegalesas, del 6 de septiembre de 2006 al 26 de agosto de 2008, un total de 6.931 personas fueron detenidas cuando trataban de emigrar en cayuco.

Además, el secretario de Estado español de Asuntos Exteriores, Ángel Lossada, visitó a los guardias civiles destacados en Dakar para conocer, a bordo de una de sus patrulleras, la labor de vigilancia que llevan a cabo en las costas de Senegal y el control de la inmigración ilegal.

Allí desarrolla su trabajo la patrullera “Río Cabriel”, dotada de medios tecnológicos de visión y reconocimiento de embarcaciones sospechosas de transportar a inmigrantes irregulares.

En el centro de coordinación operativa de la Marina senegalesa en el puerto de la capital, donde trabaja el contingente español, compuesto por 22 guardias civiles, tiene su base de operaciones el nuevo sistema de control por satélite, impulsado por la Comisión Europea, denominado “Sea Horse Network”, para la coordinación de las fuerzas de seguridad de Senegal, Mauritania y Cabo Verde con España y Portugal.