Más de 3.500 reclusos dijeron a los guardias de la prisión del condado Harris que habían estado en Estados Unidos sin documentos por más de ocho meses a partir de junio del 2007, pero los registros muestran que la Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE, según siglas del inglés) sólo presentó órdenes de arresto para aproximadamente una cuarta parte de ellos.

En un reporte publicado el domingo, el diario The Houston Chronicle dijo que la mayoría de los inmigrantes indocumentados que salieron en libertad fueron acusados de delitos menores. Pero otros de los reos habían sido declarados culpables de pederastia, violación e incluso había algunos que enfrentaban órdenes de deportación emitidas hace décadas. Funcionarios del ICE dijeron que hacen lo que pueden con los recursos que tienen.

Ninguna agencia tiene suficientes agentes para realizar el trabajo en la forma que a ellos les gustaría, comentó Kenneth Landgrebe, director de la oficina de operaciones del ICE en Houston, en declaraciones al Chronicle.

Esa dependencia batió el récord de deportar a 8.226 inmigrantes indocumentados con antecedentes penales del sudeste de Texas el año pasado, un incremento del 7,5% del año fiscal correspondiente al 2007.

Las autoridades inmigratorias dijeron que entre 300.000 y 450.000 inmigrantes encarcelados en Estados Unidos reúnen los requisitos para ser deportados cada año. La agencia calcula que sólo tiene un registro de los reclusos en un 10% de las cárceles del país.