La tendencia del fenómeno migratorio sigue cambiando y, aunque este año han sido menos los cayucos que han alcanzado las costas canarias, no por eso dejan de ser malas noticias, porque las expediciones clandestinas encierran más peligro.

Han llegado menos cayucos a Canarias, pero son de mayor tamaño, con expediciones más numerosas y en cada uno de ellos se incluyen decenas de menores de edad, una buena parte niños de apenas 10 años.

El 5 de octubre del presente año, un cayuco dejó en Tenerife 229 inmigrantes subsaharianos. Lejos quedan aquellas pateras que transportaban entre 10 y 20 inmigrantes y el fenómeno ha encontrado nuevas vías, mucho más peligrosas.

El Gobierno central presume de los datos: "La llegada de cayucos y pateras a España ha caído un 8,66 por ciento en lo que va de año, según informó este mismo mes, en el Congreso, el director general de la Policía y de la Guardia Civil, Francisco Javier Velázquez.

En este sentido, el “mando único” de las Fuerzas de Seguridad se refirió a que las actuaciones contra la inmigración ilegal están dando un resultado “positivo”, lo que se ha plasmado en “un ligero descenso de las llegadas de cayucos y pateras a nuestras costas, un 8,66 por ciento”.

Asimismo, el director general señaló que también se ha constatado “una notable disminución de inmigrantes subsaharianos que han llegado en embarcaciones de manera irregular”.

En concreto, en 2006 se constató la entrada de 30.237 subsaharianos; en 2007, 12.089, y en lo que va de año la cifra se ha reducido a 6.831.

Velázquez apuntó que en este descenso concluyen una serie de medidas, como la vigilancia aérea y marítima; el dispositivo Frontex; así como la política de repatriaciones, de la que dijo que “cada vez es más eficaz y ágil”.

Nadie discute la importancia de la vigilancia de Frontex, que, tal y como precisó su director, no sufrirá ningún parón estas navidades y se mantendrá de forma permanente hasta febrero del próximo año, cuando será reemplazada por la operación Hera 2009.

El director de la agencia, Ilka Laitinen, confirmó en la comisión de libertades civiles del Parlamento Europeo que el Archipiélago canario continuará siendo un foco prioritario en su trabajo y que la misión del próximo año será más ambiciosa e importante que la desplegada este año.

La operación Hera

“Ha sido prácticamente permanente durante este año 2008 y extenderemos las actividades operativas hasta febrero, cuando comenzará la nueva operación Hera 2009. Así que veremos una continuidad en Canarias y en la costa de Mauritania y Senegal”, indicó Laitinen.

Aunque la misión de vigilancia desplegada en esta parte del atlántico es una de las “más caras” de las que tienen en marcha por el coste que tiene desplazar hasta allí barcos y aviones, Laitinen subrayó los buenos resultados obtenidos, la tendencia positiva registrada con un descenso en las llegadas y la buena sintonía existente con las autoridades mauritanas y senegalesas.

Según sus previsiones, la agencia destinará este año alrededor de 13 millones de euros de su presupuesto a la misión de vigilancia de Canarias y un poco más en 2009 con el objetivo de mantener las actividades de patrullas en la costa de Senegal, Mauritania y Canarias, incrementar el número de entrevistas a inmigrantes irregulares para identificar las redes criminales que están detrás de este fenómeno y promover el retorno de las personas en situación irregular.

Pero, la realidad es que, a pesar de la vigilancia, las travesías en cayucos siguen dejando un importante número de muertos.

Durante 2007, se recuperó un menor número de cadáveres, en total 66, pero el número de desaparecidos fue de 514, lo que supone que el mar se cobró la vida de 580 personas, afirmó Gil Arias, director ejecutivo adjunto de Frontex.

El 22 de septiembre de 2008, el Gobierno central redujo a 180 los inmigrantes muertos en el mar desde 2004, pero, las asociaciones que trabajan con los inmigrantes calculan que sólo este año fallecieron más de 350.

Según los datos oficiales, el año más trágico fue 2004, cuando perecieron 81 personas intentando llegar a España de forma ilegal. Un año después, fueron 24 las víctimas mortales, que ascendieron a 28 en 2006 y a 36, en 2007.

Hasta noviembre, sólo en Canarias han sido 48 los fallecidos registrados en estas expediciones, número que, probablemente, es mayor, teniendo en cuenta que no se conoce el destino final de todas las embarcaciones que salen desde la costa africana.

Por islas, las personas que han perdido la vida intentando alcanzar las costas canarias han sido, Gran Canaria (19), Tenerife (14), La Gomera (12), El Hierro (3).

La mayoría, de Mauritania

La “diferencia” entre las llegadas de embarcaciones a las costas canarias entre 2008 y 2007 es que ahora mismo la gran mayoría de los cayucos parten de Mauritania y de Senegal muy pocos.

Además, con el tiempo también ha ido cambiando la isla de destino. Ahora, las elegidas son Tenerife, La Gomera o El Hierro, las tres carecen de los radares del Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE), dato que conocen los responsables del negocio. En lo que va de año han alcanzado las costas canarias 8.616 africanos, de los que 820 han sido menores.

Por islas, a fecha de 14 de noviembre, Tenerife ha sido la que ha recibido un mayor número de africanos (4.135), Gran Canaria (1.013), La Gomera (944), El Hierro (580), mientras que a Fuerteventura han llegado sólo 4 inmigrantes, a lanzarote 232 y a La Palma no ha llegado ninguna embarcación.

La delegada del Gobierno en Canarias, Carolina Darias, precisó esta misma semana que Canarias ha recibido 1.575 inmigrantes adultos menos en cayuco pero 121 menores más que en el mismo período de 2007.