La Comunitat registra la mayor llegada de inmigrantes desde 2005

El crecimiento de extranjeros es muy superior al de los principales países europeos

Las Provincias, J. BATISTA, 16-11-2008

La población de la Comunitat Valencian aumentó en 131.319 habitantes en el último año. De los nuevos vecinos, el 80,8% fueron personas procedentes de otros países, exactamente, 106.122.

El incremento ha llegado cuando la tendencia demográfica, espoleada en los últimos ejercicios por el fenómeno de la inmigración, tendía a la baja. Se trata del mayor aumento de extranjeros desde 2005, es decir, en los últimos cuatro años. En aquella ocasión el crecimiento se cifró en 117.668 personas respecto a 2004. Los datos hacen referencia a inmigrantes censados, y en ellos se incluyen a aquellos que residen de forma irregular. Según los cálculos de la Conselleria de Inmigración, hay 90.000 extranjeros sin papeles residiendo en la autonomía.

El crecimiento comenzó a ser exponencial a partir de 2001, coincidiendo con el auge del fenómeno migratorio. En un sólo ejercicio se pasó de contar con 199.574 residentes de otros países a tener en el censo 301.143. A partir de 2005 se detectó una relajación en los flujos migratorios.

Fue cuando se instaló en la Comunitat Justo, procedente de Colombia. Su experiencia en su nueva residencia es “buena”, aunque responde con titubeos. “No tuve problemas de integración. Los valencianos son abiertos y acogedores. Los únicos problemas que he tenido aquí han sido de otro tipo. Me costó encontrar un trabajo más o menos estable. Y se echa mucho de menos a la familia, tus costumbres y la comida”, explica este vecino afincado en Valencia.

Pese a que el colectivo inmigrante continuó manteniendo el crecimiento demográfico de la Comunitat, estancando en ejercicios anteriores, a partir de 2005 el aumento fue menor. Hasta que el INE avanzó los datos del padrón actualizados a 1 de enero de 2008. Fue entonces cuando el incremento volvió a superar las cien mil personas.

“El problema que se encuentran muchos inmigrantes es de adaptación. Se encierran en sus comunidades, y repercute en todos los aspectos de la vida. Aunque tengo amigos colombianos, desde el principio intenté abrir el abanico de conocidos. No me ha ido mal. He contactado con gente muy interesante”, sentencia Justo.


Inmigración y financiación

Las cifras de población son mucho más que un simple registro estadístico. Además de dejar clara la importante influencia de la inmigración, es la base que permite al Gobierno central establecer la financiación que corresponde a cada comunidad autónoma. Una de las principales quejas del Consell es que el Ejecutivo de Zapatero utiliza un censo de mediados de los años 90 para determinar la cuantía económica que corresponde a la Comunitat. Es decir, no se tiene en cuenta al millón más de personas, mayoritariamente extranjeras, que residen en la región.

“Es absolutamente necesario que el Ejecutivo tenga en cuenta el crecimiento demográfico, el peso que esto supone para las administraciones autonómicas, y reajuste la financiación teniéndolo en cuenta”, tal y como explica el conseller de Inmigración, Rafael Blasco.

El inmigrante que llega a España desasistido rara vez acude a la Delegación de Gobierno correspondiente. Suele quedarse a las puertas de los servicios sociales del municipio correspondiente o alojado en albergues cuyo coste es asumido por la Administración local. La petición de más fondos no es únicamente una cuestión política. Una de las principales reivindicaciones de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias es que se aumenten las partidas presupuestarias que el Gobierno dedica a temas de inmigración. En una de las últimas reuniones de alcaldes celebrada en Valencia se exigió además que estos fondos, distribuidos por las comunidades autónomas, lleguen de forma íntegra a los Ayuntamientos.

La inmigración ha tenido especial incidencia en España en los últimos años. De hecho, el incremento respecto al resto de países europeos es abismal. Si se hace una comparativa entre los datos relativos (porcentajes de incremento) entre los estados del Viejo Continente y la Comunitat, también se supera con creces a aquellos países tradicionalmente receptores de inmigrantes.

Es el caso de Alemania (1,14%), Francia (11,85%), Bélgica (2,85%), Dinamarca (24,84%), Italia (298,33%), Austria (8,90%) o Reino Unido (84%). En cambio, en el mismo periodo de tiempo, un total de once años, la población inmigrante ha crecido un 707,8% en la Comunitat.

“Es complicado encontrar compatriotas que hayan emigrado a otros países de Europa. Pero es lógico. En España no tenemos la barrera del lenguaje. La cultura es más parecida y el clima más agradable. Mis dos hermanos también emigraron, pero viven en Barcelona y Madrid”, concluye Justo.

“Esta realidad ha de ser asumida sin alarmismos puesto que la historia del hombre ha ido siempre ligada a las migraciones. Además, tanto España como la Comunitat necesita a los inmigrantes tanto en términos económicos como culturales o sociales”, en palabras del conseller Rafael Blasco.


Gasto por extranjero

Pese a que la inmigración es una competencia del Gobierno central, a las Administraciones autonómicas les corresponde su acogida y atención sanitaria o educativa. En 2004, el dinero del Consell previsto para estas tareas ascendía a 939 millones de euros. El último Plan de Inmigración, que abarca hasta 2011, cuenta con un presupuesto de 5.811 millones. Es decir, la inversión para la atención de extranjeros se ha multiplicado por seis.

Una de las quejas del Consell es que el Gobierno sólo destina 24 euros al año por persona para la acogida de inmigrantes trasladados desde Canarias. Sin embargo, el gasto total de la Generalitat asciende a 1.600 euros anuales por extranjero. Otra de las peticiones es la transferencia de competencias, como la gestión de permisos de trabajo en origen o de la reagrupación familiar.

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