INMIGRACIÓN, ENCUESTA SOBRE LOS EXTRANJEROS EN EUSKADI

Asoma el recelo a los inmigrantes

La mitad de los vascos desaprueba que se concentren en espacios públicos y abran templos. El 48% teme que la presencia extranjera afecte a su seguridad y al acceso a las ayudas sociales

Diario Vasco, 12.11.08 -J. MUÑOZ, 12-11-2008

DV. A los vascos no les parece mal que los inmigrantes abran comercios y restaurantes exóticos, ni que se relacionen entre sí en su idioma. En cambio, la mayoría de la población es reticente a que abran sus propios templos y centros de enseñanza, y a que se concentren en parques, polideportivos y otros lugares de ocio, como ocurre los domingos. Ésta es una de las conclusiones del sondeo elaborado por el Observatorio Vasco de la Inmigración (Ikuspegi) sobre la imagen de los extranjeros en Euskadi, un estudio que también pone de relieve el temor de la mitad de los encuestados (48%) a que la presencia de extranjeros afecte a su seguridad personal y a la de su familia.
Los datos de Ikuspegi, un organismo dependiente del Gobierno Vasco y de la UPV, corresponden, en realidad, a la segunda oleada de una encuesta realizada a 2.412 ciudadanos de 83 municipios de la comunidad autónoma. Las entrevistas se realizaron en los domicilios, entre abril y mayo pasados, cuando la percepción de la crisis económica no era tan intensa en Euskadi como ahora. Los primeros resultados difundidos en verano ya avisaban de que la mayoría de los encuestados (el 63%) consideraba que los inmigrantes se benefician «en exceso» de los servicios sociales. La información divulgada ahora apunta en esa dirección, pues el 41% de los consultados cree que el acceso a las ayudas sociales será más complicado por culpa de los extranjeros, y el 37% piensa que aumentarán las listas de espera en los hospitales.
El director de Ikuspegi, Xabier Aierdi, y el responsable de la investigación, José Antonio Oleaga, ambos profesores de la UPV, explicaron ayer que las conclusiones del estudios son «ambivalentes». Coinciden actitudes abiertas y tolerantes con puntos de vista más negativos. Por ejemplo, la gran mayoría de los entrevistados no teme que la presencia de inmigrantes amenace su identidad cultural ni la calidad del sistema educativo. No obstante, algo más de un tercio cree que aumentarán los problemas para encontrar vivienda y trabajo, y que los salarios pueden reducirse.
Honrados pero machistas
Las preguntas sobre la imagen personal de los extranjeros también arrojan claroscuros. Entre el 68% y el 60% de los encuestados los ve como individuos tan solidarios, amables, honrados, responsables y trabajadores que los autóctonos. Sin embargo, el 56% los considera más machistas, una impresión relacionada con la elevada presencia de extranjeros en las estadísticas de violencia de género, en el papel de agresores y de víctimas. «De todas formas precisan los autores del sondeo, la población vasca tiene un concepto de sí misma algo mejor que el que tiene de la población extranjera». Ello no impide, según Ikuspegi, que casi el 70% de los encuestados asuma como algo normal que en barrio residan familias extranjeras, aunque siempre que los autóctonos sean el grupo dominante. Xabier Aierdi comentó que ese dato se corresponde con «la realidad actual del País Vasco», pues los inmigrantes representan el 5% del censo y no han formado grandes concentraciones étnicas, como en Madrid y Barcelona.
Precisamente, el tamaño de la comunidad extranjera en Euskadi 116.000 empadronados y la relativa novedad del fenómeno migratorio explican por qué todavía no son muy frecuentes los contactos regulares con los vascos. La macroencuesta revela uno de cada tres entrevistados no se relaciona nunca con inmigrantes en su tiempo libre. Y el 45% sólo lo hace en algunas ocasiones.
Las simpatías que despiertan los colectivos extranjeros en la población local, y las impresiones sobre su grado de integración, son muy diferentes. Los menos apreciados son los trabajadores magrebíes, que sobre una escala de cero a diez reciben un 3,44 en simpatía y un 3,02 en integración. Los europeos del Este aparecen los segundos por la cola.

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