EDITORIAL: 'Una condena justa'

El Periodico, 12-11-2008

La condena de Ricard Pinilla y Oriol Plana por el asesinato de Rosario Endrinal, la mendiga a la que, junto con un menor ya juzgado y condenado, quemaron viva en diciembre del 2005 en el vestíbulo de una sucursal de La Caixa de la parte alta de Barcelona en la que se había refugiado, es la que correspondía.
Los 17 años de cárcel para cada uno, que en principio cumplirán íntegramente, están en la parte baja de la horquilla de penas que podían imponer los jueces por ese delito, pero es un castigo adecuado dada la juventud de los condenados y a los propósitos rehabilitadores del sistema penal español. El crimen fue especialmente cruel, pero la justicia no es ni debe ser vengativa.
Lo que quizá sí empezó como una gamberrada, derivó en asesinato cuando los agresores, con alevosía – – precisa el fallo – – , vertieron un líquido inflamable que fueron a buscar a una obra próxima y le prendieron fuego “conscientes de la altísima probabilidad” de que la mujer muriera, como así fue, tras una larga y dolorosa agonía.
El Tribunal no ha creído la versión de los condenados de que no tenían la intención de matar. Las imágenes que captó la cámara de vigilancia de la entidad bancaria han demostrado que los agresores se ensañaron con la mujer, agrediéndola una y otra vez, y que el incendio fue provocado no por accidente sino de forma premeditada, con conocimiento de causa.
Los condenados, que ahora tienen poco más de 20 años, saldrán de prisión con 37. Ojalá puedan rehacer entonces sus vidas y ojalá este caso sirva de escarmiento a tanto gamberro descerebrado y a tanto matón sin conciencia y cobarde que acosa a los débiles: inmigrantes, pobres e impedidos.

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