Los diez inmigrantes interceptados el pasado fin de semana en una patera en Cabrera fueron escoltados ayer por efectivos de la Policía Nacional hasta un ferry en el Puerto de Palma. Desde allí partieron en dirección hacia Valencia, puerto en el que estaba previsto que atracaran alrededor de las 20 horas. A continuación, fueron trasladados al centro de internamiento de extranjeros, ubicado en el complejo policial de Zapadores.

El juez de Instrucción número 12 de Palma, en funciones de guardia, tomó declaración a los indocumentados en la tarde del lunes y acordó autorizar el traslado.

Estas personas permanecerán en Zapadores “hasta que la Administración, en el plazo máximo legalmente establecido de 40 días, decida sobre el retorno a sus países de origen”, según el Tribunal Superior de Justicia de Baleares.

Los inmigrantes no llevaban documentación y declararon que su destino no era Baleares sino Almería. El grupo fue localizado deambulando por Cabrera sobre las 9.20 horas del domingo por un agente forestal al que pidieron agua.

Tras el aviso, agentes de la Guardia Civil realizaron una batida en la zona y encontraron a otras siete personas, así como una embarcación de 4 metros de eslora.

Los detenidos, que partieron del oeste de Argelia, reconocieron haber pagado 1.000 euros cada uno, y ninguno admitió ser el patrón de la embarcación, según el delegado del Gobierno en Baleares, Ramón Socías.