NUEVA ERA EN EEUU / Las minorías
La deuda con la comunidad latina
El Mundo, , 12-11-2008Los votantes hispanos, que otorgaron el 66% de sus 10 millones de votos a Obama, confían en que el nuevo presidente lleve a cabo una regularización masiva de inmigrantes «Barack Obama tiene una deuda de gratitud con todos los votantes hispanos y con Latinoamérica. Gracias a su apoyo llegó a la Casa Blanca». Así lo entiende Fernand Amandi, vicepresidente de la encuestadora demócrata Bendixen y Asociados.
Casi 10 millones de hispanos acudieron a las urnas y la mayoría de ellos se decantaron por el candidato demócrata. Según los datos del Instituto de Estudios Centro Hispánico Pew, el 66% de los votantes de este colectivo apoyaron a Barack Obama frente a un 32% que lo hizo por el candidato republicano, John McCain.
Parece entonces que ha llegado el momento de saldar esa deuda y el presidente electo ya ha empezado a hacer gestos hacia la comunidad latina. Las dos preguntas que se hace esta comunidad son: ¿con qué hispanos contará para puestos de responsabilidad? Y, ¿cumplirá todos las promesas que ha realizado ante sus votantes de origen latino?
Facultades ejecutivas
Carlos Pereira, miembro de la Asociación Nacional de Líderes Latinos está convencido de que Obama hará todo lo que esté en su mano para ayudarles. Así se lo hizo saber a una representación de esta asociación el congresista demócrata Luis Gutiérrez el pasado fin de semana en Chicago.
«Nos planteó la posibilidad incluso de que el nuevo presidente haga uso de sus facultades ejecutivas, sin esperar el trámite de las Cámaras, para tomar decisiones sobre inmigración y economía», asegura Pereira. Precisamente Gutiérrez, el transmisor de este mensaje, puede ser quien ocupe la plaza que tenía Obama en el Senado. De origen puertorriqueño fue uno de los impulsores de la Ley de Ayuda a Nicaragua y Centroamérica que permitió legalizar la situación en el país de miles de inmigrantes procedentes de estos países.
Aunque la palabra amnistía para los inmigrantes no quiere ser pronunciada todavía abiertamente por nadie. Los principales líderes latinos han pedido que Obama dé un primer paso para conseguir una regularización masiva durante sus primeros 100 días de Gobierno.
Quien ya está trabajando mano a mano con Barack Obama es Federico Peña, quien fue secretario de Transporte y posteriormente de Energía durante el Gobierno de Bill Clinton. Además, el nombre de Bill Richardson, el actual gobernador de Nuevo México, está en todas las quinielas para formar parte del futuro Gabinete de Obama. Antonio Villaraigosa está entre sus consejeros actuales, pero es difícil que renuncie a su reelección para buscar un puesto en Washington.
Según Fabio Andrade, coordinador de la campaña republicana en el Sur de La Florida, Obama va a tener que responder al masivo apoyo de los hispanos para su elección. «Tiene un compromiso tanto en el tema migratorio, como en el de la educación y el seguro médico».
Donde Andrade no cree que dé marcha atrás el presidente electo es en su oposición al Tratado de Libre Comercio (TLC) con Colombia. Los republicanos creen que no va servir para nada la petición que le hizo George W. Bush el lunes en la Casa Blanca: «Va a frenar el Tratado de Libre Comercio para negociar el Plan Colombia y reducir el gasto en la lucha contra el narcotráfico en aquel país».
Los hispanos del partido de Bush y McCain van a trabajar ahora en intentar cambiar la imagen de los republicanos entre el electorado que habla español: «Hemos aparecido en esta campaña como el partido enemigo de los latinos y tenemos que explicar bien a la gente quiénes somos y qué queremos para ellos».
Y es que en Florida, un enclave históricamente propicio a los republicanos gracias al gran número de exiliados cubanos, Obama también se alzó con la victoria aunque con un porcentaje menor que la media nacional. En este estado el 57% del voto latino fue a parar a Obama frente a un 32% que lo hizo por McCain.
Sin embargo en el condado de Miami Dade, aunque los demócratas experimentaron una gran subida entre estos electores, se impusieron los republicanos.
Los tres congresistas demócratas del sur de la Florida salieron derrotados por los republicanos, pero uno de ellos, Joe García, estuvo pisándole los talones a su oponente, Mario Díaz Balart, durante el recuento. Su nombre, junto al del alcalde Manny Díaz, es el que más suena ahora para tener un cargo relevante en la próxima Administración encabezada por Obama.
«Esto es muy prematuro», señala el congresista Joe García, aunque reconoce que aceptaría encantado una oferta de se tipo. Para García ha sido un logro romper el monolítico voto cubano y atraer a los jóvenes votantes hacia el proyecto de Obama. Sin embargo, le asusta bastante escuchar que el futuro inquilino de la Casa Blanca esté en deuda con los latinos: «Eso mismo dijo Bush y luego no cumplió. No se trata de poner nombres para destacar la diversidad como hizo el presidente saliente. Si hay políticos latinos en Washington tienen que tener poder de verdad», sentencia García.
LIDERES HISPANOS
Bill Richardson: Actual gobernador del estado de Nuevo México. Hijo de estadounidense y mexicana, su participación en la campaña fue clave para la holgada victoria entre el votante hispano.
Federico Peña: Fue secretario de Transportes con Clinton y luego ocupó la cartera de Energía. Antes había sido el primer alcalde hispano de Denver.
Joe García: Aunque ha salido derrotado en el distrito 25 de Miami, ha roto la tendencia de que el voto cubano apoye sin fisuras a los republicanos.
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