Crece la tensión en Melilla por los asaltos de inmigrantes a la valla

Llega a Canarias un nuevo cayuco con 123 inmigrantes a bordo, dos muertos

La Vanguardia, JOSÉ BEJARANO - Sevilla , 11-11-2008

Alerta en Melilla por la creciente presión de los inmigrantes que tratan de cruzar la frontera en tropel y nueva tragedia en Canarias con la llegada de un cayuco con 123 pasajeros a bordo, dos de ellos sin vida. En Melilla, la madrugada de ayer fueron entre 150 y 200 los subsaharianos los intentaron entrar por la fuerza a través del puesto fronterizo de Beni-Enzar. Una cifra significativamente más alta que la de los intentos anteriores, lo que hace temer que hayan llegado a la zona numerosos inmigrantes atraídos por la posibilidad de burlar la vigilancia debido a la rotura de la valla a raíz de las recientes lluvias torrenciales.

Es el sexto intento de alcanzar Melilla en menos de un mes y en los anteriores participaron bastantes menos inmigrantes, 70 en el que más. El primer salto de la valla tuvo lugar el 27 de octubre, poco después de que los torrentes dejaran inutilizados algunos tramos de las alambradas.

En los incidentes de ayer, los agentes de España y Marruecos emplearon material antidisturbio, incluido gas lacrimógeno, para repeler a los que se lanzaron a la carrera sobre el puesto fronterizo. Al menos una treintena de personas resultaron heridas de poca importancia. Entre ellas hay 14 inmigrantes, dos agentes españoles contusionados y siete afectados por los gases lacrimógenos, así como siete gendarmes marroquíes.

Por su parte, ninguno de los inmigrantes habría logrado su objetivo de acceder a Melilla, según la delegación del Gobierno, aunque en la ciudad existe el convencimiento de que lo volverán a intentar. Las fuerzas de seguridad se preparaban ayer para una noche larga y tensa porque temían que la crispación fuese en aumento y con ella, el grado de violencia de cada acometida. Un helicóptero de la Guardia Civil dotado con cámara de infrarrojos para visión nocturna vigila desde el aire los movimientos de inmigrantes en las proximidades de la frontera.

La mayoría de los que ayer trataron de forzar la valla se dieron la vuelta al toparse con el despliegue policial, pero otros 60 insistieron minutos más tarde en una segunda oleada lanzando piedras y palos contra los agentes. El puesto fronterizo de Beni-Enzar, el más importante de la ciudad, estuvo cerrado unas horas y la policía marroquí realizó numerosas detenciones. La delegación del Gobierno en Melilla reconoció que la frontera está en máxima alerta y que la vigilancia ha sido reforzada durante la noche por una dotación de la Unidad de Intervención Policial (UIP).

Por otra parte, ayer arribó a la isla canaria de El Hierro un cayuco con 123 subsaharianos a bordo, dos sin vida. Otros 22 tuvieron que ser trasladados al hospital, dos en estado muy grave – uno es apenas un niño- debido a las duras condiciones en que realizaron la travesía. Según declararon los supervivientes, partieron de la costa de Guinea-Conakry y el viaje habría durado 20 días. Los que están en mejores condiciones fueron trasladados al centro de retención temporal de inmigrantes de Valverde.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)