Otra avalancha de inmigrantes trata de entrar en Melilla

Deia, 11-11-2008

Melilla. Un grupo de unos 200 inmigrantes subsaharianos trató de entrar ayer en avalancha en Melilla a través del puesto fronterizo de Beni Enzar. Desde que el temporal rompiese parte de la verja de Melilla, los intentos de entrada de inmigrantes subsaharianos se han sucedido uno tras otro, aunque el de ayer fue el más numeroso de todos ellos. De hecho, éste es el séptimo que se registra en la ciudad autónoma en 15 días, desde que el pasado 26 de octubre las lluvias derribaran parte del vallado fronterizo.

Los subsaharianos trataron de saltar en dos avalanchas que causaron heridas leves a varios agentes de la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Policía marroquí, que utilizaron material antidisturbios y gases lacrimógenos para frenar el acceso.

En concreto, dos guardias civiles sufrieron contusiones y otros seis más y un policía nacional tuvieron que ser atendidos por inhalación de gases lacrimógenos. Todos están en buen estado de salud y se han reincorporado ya al servicio.

El primero de los dos asaltos a la valla, en el que participaron unas 150 personas, tuvo lugar sobre las 5,00 horas, mientras que el segundo, con otros 60 inmigrantes, se produjo sobre las 8,00 horas.

Según la Delegación del Gobierno, en el primero de los intentos, la “rápida actuación” de los efectivos de seguridad españoles, que cerraron las puertas del control fronterizo, impidió que el grupo de subsaharianos alcanzara su objetivo.

Sin embargo, en el segundo, fue “necesario” que los agentes lanzaran gases lacrimógenos “para hacer desistir a los subsaharianos de su acción”. Además, en esta ocasión, también actuó la Gendarmería marroquí con material antidisturbios. Los inmigrantes iban “armados con palos, piedras y ladrillos”.

Las Fuerzas de Seguridad de ambos países fueron alertadas por un helicóptero de la Guardia Civil, que sobrevoló la zona en todo momento, como hizo en las anteriores avalanchas ocurridas desde que el 26 de octubre se produjeran unas inundaciones en Melilla que echaron abajo parte de la alambrada y afectaron a los sistemas de seguridad de la frontera.

Material antidisturbios La “agresividad” que mostraron los inmigrantes fue decisiva para que los agentes utilizaran pelotas de goma y botes de humo para hacer frente a la avalancha humana. El número de heridos entre los inmigrantes se desconoce, ya que prácticamente todos fueron repelidos en la misma frontera y todo parece indicar que ninguno de ellos consiguió su objetivo de entrar a la ciudad española. Hasta ahora, los asaltos se habían realizado en pequeños grupos aunque el de ayer, lunes, recordó a las trágicas avalanchas del año 2005. >Agencias

Siete intentos en quince días

Desde las inundaciones del pasado 26 de octubre, que destrozaron más de 30 metros de la valla y bloquearon las compuertas del arroyo Mezquita, se han producido al menos siete avalanchas de irregulares. De ellas, las cinco primeras fueron repelidas por las fuerzas estatales con la colaboración marroquí en tres de ellas, y las otras dos fueron abortadas por la Policía del vecino país, ambas el pasado fin de semana. El Gobierno reforzó el pasado lunes 3 de noviembre con 36 nuevos guardias civiles, procedentes de Sevilla, las tareas de vigilancia y control en la valla fronteriza de Melilla. Un portavoz gubernamental indicó entonces que el tiempo de estancia de los Grupos Rurales de Seguridad “será el que se estime necesario para garantizar una correcta impermeabilización del perímetro fronterizo”. La última entrada se produjo el pasado 2 de noviembre, cuando tres guardias civiles resultaron heridos tras repeler el intento de entrada. Los agentes han denunciado que las llegadas de los subsaharianos son cada vez más violentas. >S. C.

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