Dos inmigrantes, uno de ellos menor, perdieron ayer la vida en un cayuco que llegó a la isla canaria de El Hierro con 123 subsaharianos. Uno de los pasajeros de la embarcación murió en el transcurso de la travesía desde las costas de África, y el otro en el puerto de La Restinga. Tres presentan un estado muy grave y doce están graves.

La mayor parte de los heridos sufrían cuadros de hipotermia y deshidratación, y una vez que los servicios sanitarios lograron estabilizar su estado de salud fueron trasladados a centros hospitalarios de Santa Cruz de Tenerife y de El Hierro. Uno de los inmigrantes herido sufrió una parada cardiorrespiratoria en el mismo puerto herreño, pero los médicos lograron revertir la situación.

La Delegación del Gobierno estima que 28 de los 123 inmigrantes son menores de edad, detalle que no se podrá comprobar hasta que no se practiquen las pertinentes pruebas óseas.

La embarcación fue avistada a las 8,20 horas de la mañana al sur de la isla del Meridiano, y el buque Adhara salió a su encuentro para trasladar a los inmigrantes al puerto de La Restinga.

Según los primeros testimonios de los subsaharianos, el cayuco partió hace 20 días de algún punto de la costa de Guinea Conakry, si bien la Delegación del Gobierno no confirmó este dato a la espera de que terminen los interrogatorios de la Guardia Civil a los supervivientes.


Asalto a la valla

En otro episodio dramático relacionado con la emigración ilegal, en torno a unos 200 subsaharianos intentaron acceder a Melilla a las 05:30 horas de ayer por el paso fronterizo de Beni Enzar. El elevado número de asaltantes y la forma de actuar de algunos, con palos, ladrillos y piedras, obligaron a las Fuerzas de Seguridad a utilizar con contundencia medios antidisturbios para abortar la entrada.

No obstante, hubo un segundo intento protagonizado poco después por 60 subsaharianos, que trataron de acceder “a la desesperada”, con piedras y palos. A partir de ese momento, se produjeron los choques más violentos. El enfrentamiento se saldó con dos guardias civiles contusionados y siete policías afectados por los gases lacrimógenos.

El tráfico desde Nador a Melilla por Beni Enzar se restableció en torno a las 6,55 horas y 35 minutos más tarde todo funcionaba como de costumbre.

Desde que la valla cediera por las lluvias del pasado 26 de octubre se ha reforzado la vigilancia fronteriza con 36 guardias civiles adicionales. Pero pese a todo, los subsaharianos han protagonizado ya siete intentos de entrar en Melilla.

El primero se produjo el 27 de octubre, a la mañana siguiente de los aguaceros, pero el de ayer fue el más numeroso, y también el más violento.