Gorka Errasti, técnico de inmigración, mantiene que «estamos acostumbrados a vivir con ellos, aunque sigue existiendo muchos prejuicios». Pese a la crisis, Errasti recuerda que hay que mencionar que hace pocos meses el lehendakari dijo que se requerían muchos inmigrantes para manter en pie nuestro tejido económico.

- ¿Tienen motivos para quejarse?

- Ya nos vamos acostumbrando a compartir nuestro espacio con ellos, pero sigue habiendo muchos prejuicios, pero ellos están bastante conformes con la aceptación que tienen entre nosotros. Creo que los eibarreses somos gente abierta y no veo ningún problema, aunque siempre hay excepciones, pero la inmigración estatal que se inició en la década de los 60 ha hecho que estemos más habituados a recibir a gente de fuera respecto a otros pueblos pequeños de la zona.

- Además, les necesitamos, aunque quizás en momentos de crisis como éste les veamos como una competencia feroz hacia nuestros puestos de trabajo.

- Su llegada ha hecho que la vida de nuestro sistema de pensiones se alargue unos siete años más y, según indicaba el propio Lehendakari, en los próximos años necesitaremos unos 100.000 inmigrantes más para poder mantener a flote nuestro sistema económico. Estamos en un momento complicado, pero nos tenemos que apoyar entre todos.

- Le tocara ver cosas muy duras, familias con muchas necesidades, pero el hecho de poder ayudarles debe ser gratificante.

- El simple hecho de trabajado en los Servicios Sociales como administrativo me ha permitido tener un ‘feeling’ especial con ellos. Es gente muy agradecida y se han alegrado mucho de que haya sido yo el elegido. Me he sentido muy apoyado. Las puertas de mi despacho están abiertas para aquellos inmigrantes que vengan solicitando asesoramiento sobre el empleo, sobre cómo arreglar sus papeles, informes de vivienda para reagrupar a sus familiares. Ahora, me está ayudando todo el mundo.