La izquierda valenciana,acosada por los ultras

Una plataforma ciudadana exige el fin de la impunidad

Público, BELÉN TOLEDO, 10-11-2008

En el portero automático del edificio que alberga la sede de Esquerra Republicana en Valencia no se puede leer el nombre del partido. Se intuye cuál es el botón que hay que pulsar porque ha sido quemado y tachado con un rotulador. Esta es la más leve de las agresiones que ha sufrido la formación en el País Valenciano.

Lo peor fue el artefacto cargado con metralla lanzado contra el edificio en la noche del 28 al 29 de noviembre de 2007. A esto se suman las amenazas telefónicas y las continuas pintadas.

No sólo son ellos los que sufren este tipo de ataques en la Comunidad Valenciana. Asociaciones y partidos relacionados con el nacionalismo de izquierdas y colectivos de inmigrantes denuncian y documentan con fotografías agresiones e intimidaciones efectuadas por la extrema derecha. Se trata de violencia por cuestiones políticas y por eso lo llaman terrorismo de baja intensidad. O, usando un término más ligado a la idiosincrasia valenciana, “kale barraca”.

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La izquierda valenciana,acosada por los ultras
Uno de los manifestantes que acudieron ayer a la concentración. – Iñaki García
BELÉN TOLEDOVALENCIA – 10/11/2008 08:00

En el portero automático del edificio que alberga la sede de Esquerra Republicana en Valencia no se puede leer el nombre del partido. Se intuye cuál es el botón que hay que pulsar porque ha sido quemado y tachado con un rotulador. Esta es la más leve de las agresiones que ha sufrido la formación en el País Valenciano.

Lo peor fue el artefacto cargado con metralla lanzado contra el edificio en la noche del 28 al 29 de noviembre de 2007. A esto se suman las amenazas telefónicas y las continuas pintadas.

No sólo son ellos los que sufren este tipo de ataques en la Comunidad Valenciana. Asociaciones y partidos relacionados con el nacionalismo de izquierdas y colectivos de inmigrantes denuncian y documentan con fotografías agresiones e intimidaciones efectuadas por la extrema derecha. Se trata de violencia por cuestiones políticas y por eso lo llaman terrorismo de baja intensidad. O, usando un término más ligado a la idiosincrasia valenciana, “kale barraca”.
“Contra la impunidad”

Los colectivos afectados, unidos en la Plataforma Acció Popular Contra la Impunitat, convocaron ayer una concentración en Valencia para pedir a la policía una investigación seria y global sobre todos los ataques.

Llegan a cuestionarse si las fuerzas de seguridad tienen interés en identificar a los responsables últimos, más allá de los autores materiales.

“El delegado del Gobierno es quien debe investigar las conexiones entre la extrema derecha y la Policía”, dijo Agustí Cerdá, líder de Esquerra Republicana del País Valencià.
A la cabeza de España

La plataforma denuncia la intensificación de la violencia en los dos últimos años. Se apoyan en las cifras del informe Raxen, una compilación de las actuaciones de la ultraderecha en todo el territorio nacional en 2007.

El País Valenciano lidera la clasificación, con 43. Destaca la explosión en febrero de una bomba casera en la sede de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), que causó la rotura de los cristales de la fachada.

No fue ni el primer ni el último susto: la ONG lleva encajados diez artefactos explosivos, además de la agresión a un trabajador senegalés por parte de tres jóvenes de estética neonazi. “Todo está denunciado ante la Policía, pero la Delegación del Gobierno no tomó cartas en el asunto hasta que no recurrimos a la prensa”, explicó ayer Sara Verdú, portavoz de CEAR.

La consulta al informe Raxen también muestra una particularidad de la ultraderecha valenciana: una especial inquina contra todo aquello que huela a nacionalismo catalán o a la defensa de los lazos culturales con Catalunya. Las agresiones a Esquerra Republicana son un ejemplo, pero hay más. Incluso la Universidad de Valencia denunció el 1 de noviembre la aparición de una “pintada amenazante” en la librería del campus de Blasco Ibáñez.

“Fora catalanistes”, rezaba el texto, al que se añadió una diana. El rector, Francisco Tomás, emitió un comunicado en el que habló de una “escalada de la extrema derecha” y manifestó su preocupación al delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Ricardo Peralta.
Potenciar las investigaciones

La plataforma Acció Popular Contra la Impunitat exige a la Delegación del Gobierno que potencie la investigación contra este tipo de violencia. Por su parte, el delegado se refirió el pasado viernes a la agresión sufrida por una concejala del Bloc Nacionalista Valencià, que recibió una pedrada en la cabeza cuando participaba en septiembre en una manifestació en defensa del catalán en Gandía.

Peralta anunció que sus agresores pagarían una multa de 301 euros cada uno. Y anunció su “voluntad inequívoca” de no consentir este tipo de actuaciones.

En cuanto a las organizaciones ultraderechistas, Esquerra Republicana apunta al GAV (Grup dAcció Valencianista); por su parte, Izquierda Unida se refiere a España 2000 y Alianza Nacional.

Los nombres de las tres formaciones citadas anteriormente son los más repetidos por todos los colectivos agredidos. De ellos, sólo España 2000 atendió la llamada de Público. Y lo hizo para negar que sus militantes hagan uso de la violencia en ningún momento.

Su programa electoral defiende la discriminación de los inmigrantes en el acceso a los servicios y las ayudas públicas. Por ello, Acció Popular Contra la Impunitat les acusa de estar fuera de la Constitución. España 2000 responde que son precisamente ellos quienes más se ajustan a la legalidad: “Lo que exigimos es que se cumpla la ley de Extranjería y los inmigrantes ilegales sean expulsados. Estamos en España y defendemos la patria española, ¿eso puede ser ilegal?”, se preguntan.

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