ROBERTO PÉREZ

ZARAGOZA. El PP presentará en los próximos días su propuesta para reformar la vigente Ley de Inmigración y ayer, desde Zaragoza, el presidente nacional de este partido, Mariano Rajoy, avanzó las directrices que tendrá: más control, planificación del número permisos de residencia según la situación del país y rigor en los procedimientos que se siguen para la regularización de inmigrantes.

Anunció que la propuesta «va a apostar por el orden, el control y la ley». En este sentido, irá dirigida a «evitar las regularizaciones masivas» y a impedir que la vía de la reagrupación familiar «se convierta en un procedimiento para entrar por la puerta de atrás». Pero no todo serán propuestas orientadas a un mayor control para la regularización de inmigrantes, sino que también se incidirá en la puesta en marcha, «de verdad», de mecanismos para la integración de los extranjeros que se asienten en nuestro país.

Rajoy subrayó que es imprescindible abrir un debate a este respecto. Recordó que en 2007 se concedieron en España 970.000 permisos de residencia para inmigrantes; y en este 2008, «en plena crisis económica», otros 550.000. A su juicio, estas cifras «merecen una reflexión». Insistió en que «hay que tener una idea clara de qué se pretende y a dónde se va» en política de inmigración.

Reformas estructurales

Mariano Rajoy clausuró ayer en Zaragoza el congreso del PP aragonés en el que Luisa Fernanda Rudi ha sido elegida nueva presidenta del partido en esta Comunidad. En su discurso, Rajoy afirmó que la propuesta de reforma de la Ley de Inmigración se enmarca en la batería de iniciativas que el PP planteará para acometer «las reformas estructurales que necesita España para salir del atolladero».

El dirigente de los populares declaró que él y su partido no están «a las órdenes de empresarios ni de sindicatos» sino «del interés general». Abogó por una rebaja de impuestos, reclamó al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero que «acabe con las ocurrencias sin ningún sentido económico» y le pidió que deje de «cometer frivolidades» con la política exterior al lado de figuras como Hugo Chávez, Evo Morales o Fidel Castro.