La Xunta se quejará por la llegada de menores desde Euskadi

El País, EL PAÍS, 10-11-2008

La Xunta de Galicia presentará una queja formal ante los “preocupantes indicios” de la llegada a su comunidad de menores inmigrantes no acompañados que, supuestamente, proceden de centros de acogida de Vizcaya y Álava. Lo que aún no se conoce es la forma que adoptará esa iniciativa. Dependerá, según aseguró ayer el consejero de Presidencia de la Xunta, José Luis Méndez Romeu, del resultado de la investigación que está en curso y que ha sido abierta por la Policía autonómica gallega.

Según Romeu, existen indicios de que la llegada de menores inmigrantes, en su mayoría de origen marroquí, ha sido por “iniciativa de funcionarios del Gobierno vasco y no directamente del Ejecutivo”, por lo que de ello también dependerá el tipo de queja. Sin embargo, el el País Vasco las competencias sobre la atención a los menores, inmigrantes o no, las tienen las diputaciones y no el Gobierno de Vitoria.

Al ahondar en la investigación, apuntó el consejero, la Policía observó que eran centros de menores del País Vasco los que enviaban a los grupos de menores “con el objetivo de dejarlos de atender en una parte de España para atenderlos en otra parte de España”. “Esto no es regular”, lamentó. La Policía gallega ha contabilizado la llegada de 23 inmigrantes desde agosto diciendo que les han pagado el viaje educadores de los centros vascos. La Fiscalía de Menores de Galicia ha iniciado una investigación para esclarecer lo ocurrido.

Las diputaciones de Vizcaya y Álava han desmentido que estén enviando menores extranjeros a Galicia para que se ocupen de ellos los servicios sociales de esa comunidad. El consejero de Vivienda y Asuntos Sociales, Javier Madrazo, se sumó ayer a esta postura y negó que las instituciones vascas manden deliberadamente menores inmigrantes fuera. Madrazo explicó que siempre ha existido “movilidad” entre estos menores, que suelen deambular por el país en busca de parientes o allegados.

El consejero se mostró convencido de que estos movimientos no responden a una voluntad de las instituciones vascas de “quitarse problemas de encima” enviando a los menores a otros destinos. “Euskadi sí que ha sido un lugar de destino de personas que han venido de otras comunidades, a las que se ha acogido solidariamente”, recalcó.

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