La llegada de forma constante de menores extranjeros no acompañados en los cayucos y la paralización puntual de las salidas de estos chicos hacia otras comunidades preocupan a los responsables de los recintos de emergencia, que siguen aumentando sus plazas y han pasado a ser permanentes, a pesar de que se crearon como provisionales, hace ya dos años.

Sólo la pasada semana ingresaron en el recinto de La Esperanza 45 menores de edad de origen subsahariano. 15 llegaron desde La Gomera, procedentes del cayuco que alcanzó las costas de la isla colombina el 29 de octubre. Los 30 restantes forman parte de las dos expediciones clandestinas que llegaron al sur de Tenerife el 4 y el 6 del presente mes.

Por este motivo, la infraestructura de acogida de La Esperanza alberga ya a 475 menores de edad africanos, un número muy elevado para ese recinto.

Aunque cuenta con varios pabellones, en todos ellos se ha tenido que ir haciendo hueco para más camas, hasta tal punto que desde la Consejería de Bienestar Social del Ejecutivo canario responsable de la tutela de los menores se apuntó la posibilidad de tener que instalar carpas en el patio, pero esta idea se ha desechado debido a que no se puede garantizar una buena acogida en este tiempo de invierno, máxime teniendo en cuenta que es una zona fría y húmeda.

Mundo Nuevo, entidad que gestiona los recintos de emergencia, ha decidido optimizar el lugar y colocar más literas “como se pueda”, en espera de que en breve Canarias firme el acuerdo con el Gobierno central para la derivación automática de los menores a otras comunidades.

Guinea Bissau

Precisamente ayer, el Consejo de Ministros aprobó un acuerdo de cooperación con Guinea Bissau para el control de la inmigración procedente del país africano y de otros puntos de África subsahariana.

El control de los flujos migratorios, señala la referencia del Consejo de Ministros, es uno de los objetivos generales de la política del Gobierno para el continente africano y, en concreto, Guinea-Bissau es uno de los países prioritarios para España en África Occidental.

Además, este convenio supone “un importante avance” en las relaciones bilaterales porque hasta ahora sólo se disponía de un acuerdo que regula la readmisión de personas en situación irregular.

El tratado constituye un instrumento “mucho más eficaz” que el anterior y contribuirá de manera positiva a la lucha contra el tráfico de personas y tráficos ilícitos en Guinea-Bissau.

Con este nuevo marco, según el Gobierno, se combate de manera eficaz la inmigración ilegal y se facilita la repatriación.