Omar Bin Laden, el hijo del líder de Al – Qaida que pidió asilo político en España el pasado lunes, fue expulsado ayer a El Cairo, ciudad de la que procedía cuando aprovechó una escala técnica en Madrid de un vuelo con destino a Marruecos para reclamar refugio.

Bin Laden, cuarto de los 19 hijos del terrorista más buscado del mundo, abandonó el aeropuerto de Barajas, en el que pasó recluido más de cinco días, en un vuelo a la capital egipcia que partió a las 15.00 horas.

Según informaron fuentes del Gobierno, Omar Bin Laden fue repatriado en el primer avión en despegar con destino a El Cairo en el que había plaza.

La deportación se produjo después de que el Ejecutivo español rechazara, por dos veces, los argumentos del peticionario de asilo. El Gobierno entiende que la vida del solicitante no corre peligro en el país africano, donde vive con su esposa, Zaina Alsabah, quien había viajado a Madrid en compañía de su marido.

El pasado miércoles, la Oficina de Asilo y Refugio del Ministerio del Interior «inadmitió a trámite» la reclamación de Bin Laden, con el apoyo del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que tampoco veía inicialmente razones para brindar al ciudadano saudí protección internacional.

La defensa del hijo del líder de Al – Qaida pidió el mismo miércoles que se revisará la solicitud y presentó un recurso al juzgado de lo Contencioso Administrativo para tratar de frenar la deportación.

El viernes por la noche, después de entrevistar de nuevo a Omar Bin Laden, tanto el alto comisionado de la ONU como la Oficina de Asilo y Refugio (OAR) volvieron a desestimar la reclamación. Según fuentes de Interior, el peticionario, que no presentó documentos para justificar su supuesta persecución, sólo alegó «difusas sospechas» de que a su vuelta a El Cairo iba a ser secuestrado por agentes saudíes para llevarlo a su país natal.

Los letrados del solicitante de asilo denunciaron ayer el rechazo de su expediente con «excusas ridículas» y que España ha denegado acoger al supuesto huido por «motivos políticos».

El titular de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, rechazó esas acusaciones de la defensa y explicó que el hijo del terrorista no se encontraba en «ninguno de los supuestos» para dar la protección internacional que recoge la ley española.

Bin Laden ya había pedido un permiso de residencia en Reino Unido, país de procedencia de su esposa, que fue rechazado en abril por temor a los problemas que pudiera generar su estancia.